Cómo prosperó y cayó la banda de Gabi Monges, el ex patrón de la cocaína en Oberá

El nombre de Gabriel “Gabi” Monges aparece en dos resonados expedientes del Juzgado Federal de Oberá: el que investiga a policías por la desaparición de un kilo de cocaína de la Seccional Tercera y el que lo llevó tras las rejas como líder de una banda narco. Aquí los nexos

Durante años la banda de Gabi Monges monopolizó la venta de cocaína en Oberá gracias a sus aceitados contactos con algunos integrantes de la Policía de Misiones. Pero en agosto del 2020 despareció un kilo de cocaína de la Seccional Tercera, hecho que derivó en el relevó y procesamiento de jefes y personal de la División Toxicomanía. Así, Gabi y sus secuaces se quedaron sin protección. Fue el principio del fin.

El golpe de gracia llegó el pasado 7 de abril, cuando la Policía concretó un megaoperativo que permitió desbaratar a la banda de Monges, ya que concluyó con diez detenidos y el secuestro de poco más de dos kilos de cocaína de máxima pureza, algo de marihuana, LCD, armas, 770 mil pesos en efectivo y elementos para el fraccionamiento de drogas.

Un vocero del caso precisó que se trata de cocaína de máxima pureza proveniente del Perú que aún se hallaba en su empaque original, es decir que no había sido cortada ni estirada con otras sustancias para su posterior comercialización.

En ese contexto, el último viernes los diez imputados comparecieron ante el juez Federal Alejandro Gallandat en audiencia de extracción de muestras para peritaje, procedimiento que permitirá certificar la pureza del estupefaciente.

El procedimiento del 7 de abril resultó un éxito

La banda

Se trata de Gabriel “Gabi” Monges, Gustavo Nakatzuka, Jonathan Correa, Matías Maciel de Lima, César Serial, Horacio Serial, Gabriel Hillesheim, Walter Basabez, Gustavo Arriola y Ariel Melo, nueve de los cuales permanecen detenidos en la Seccional Cuarta de Oberá, mientras que uno goza de prisión domiciliaria porque tiene a cargo a sus hijos menores.

Hasta el momento la mayoría se abstuvo de declarar. En tanto, cuatro de los implicados tiene el mismo defensor particular.

Por el momento, los diez están imputados por “tenencia de estupefacientes a los fines de comercialización de manera organizada entre más de tres personas”.

En los allanamientos hallaron drogas, armas y 770 mil pesos en efectivo

Para avanzar en el procesamiento resta conocer el resultado de la citada pericia química de la droga, como también el cotejo de los entrecruzamientos telefónicos, medida que lleva tiempo por la cantidad de implicados.

Varios de los detenidos poseen antecedentes por infracción a la ley de estupefacientes, como Basabez que purgó condena de tres años y al poco tiempo de recuperar la libertad volvió a caer.

Narcos con prontuario

El procedimiento del pasado 7 de abril fue producto de varios meses de paciente investigación por parte de efectivos de la UR II de Policía.

La operación derivó en la detención de diez personas, entre ellos el considerado líder de la principal organización dedicada a la venta de cocaína en Oberá, identificado como Gabriel Monges (31), alías “Gabi”, quien posee una condena previa por infracción a la ley de estupefacientes.

El citado fue detenido en su domicilio del barrio 180 Viviendas, donde hallaron cocaína, LCD, dinero en efectivo y una balanza de precisión, entre otros elementos relevantes para la investigación.

También fueron capturado Gustavo Arriola, alías “Pantera”, mano derecha de Monges y concubino de una integrante del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), cuyo domicilio en Villa Barreyro fue allanado.

Además de la detención de Pantera, en el inmueble también se secuestró un revólver calibre 22, municiones, dinero en efectivo y varias balanzas de precisión.

Al respecto, una fuente del caso señaló que “los elementos secuestrados confirman la comercialización porque tenían drogas fraccionadas, se encontraron muchas balanzas de precisión, celulares, dinero, envoltorios y elementos de empaques. También algo de armas y municiones”.

El citado Pantera también purgó una condena previa por estupefacientes y posee antecedentes por robo de autos.

Nexos con la poli

La figura de Gabi Monges aparece en el expediente por la desaparición de un kilo de cocaína del depósito de la UR II, hecho que derivó en el procesamiento de cinco policías.

El faltante del estupefaciente fue detectado el 11 de agosto del 2020 y desde un primer momento las sospechas se enfocaron en los funcionarios encargados de la custodia, ya que la puerta de acceso al depósito no fue forzada.

A lo largo de la instrucción a cargo del juez Gallandat los policías implicados se cruzaron acusaciones y trataron de salvar sus responsabilidades.

La desaparición de un kilo de cocaína de la seccional tercera apuro la caída de Monges

En su ampliación de declaración indagatoria, el subcomisario Carlos Ariel Lentini -uno de los imputados- reconoció que tenía un vínculo con Monges, tal como mencionaron varios de sus subalternos.

“Él quería aportar datos sobre una causa judicial de la justicia ordinaria, causa en la cual yo estaba colaborando con la Brigada de Investigaciones. Dicha reunión se hizo en el estudio de su abogado, el doctor Kucharski”, señaló Lentini.

Y agregó: “En otra oportunidad el doctor Kucharski me había dicho para volver a tener otra reunión, pero cono ya en la base un personal se dedicaba a hablar a hablar a mis espaldas sobre estas cuestiones, yo le dije al doctor Kucharski que no tengo ningún problema en atenderlo o recibir información de parte de él, pero que lo recibiría en mi base como a cualquier otra ciudadano”.

“Sobres” a policías

El subcomisario Lentini se halla en disponibilidad desde hace casi dos años, al igual que Hugo Ariel Basaraba, quien era su segundo en Toxicomanía. El vínculo con Monges se estableció cuando el primero reconoció que la división que dirigía lo investigó en varias ocasiones, aunque insistió en que nunca hubo pruebas contundentes en su contra, lo que contrasta con la versión de subalternos.

Por ello, en sede judicial le preguntaron por qué se reunió con él si sabía que lo estaban investigado por narcomenudeo: “Tenía datos de una causa de la justicia ordinaria, pero él no quería reunirse en mi división para quedar como supuesto informante ante mis subalternos”.

En tanto, confirmó los dichos de una suboficial que en una oportunidad alertó sobre movimientos del presunto distribuidor, a quien identificó ingresando a una residencia con una mochila.

“En ese momento no teníamos un oficio de investigación, si bien siempre se sospechó que el señor Monges cometía delitos de narcomenudeo nunca pudimos lograr pruebas contundentes (…) Si bien la conducta de Monges llamó la atención, no había elementos para solicitar una orden de allanamiento”, declaró el subcomisario.

De todas formas, indicó que “al otro día la suboficial estaba molesta porque no se hizo nada con el dato que aportó”, reconociendo que los subalternos elevaron reclamos al respecto. Por otra parte, en el marco de una denuncia por amenazas de muerte, el año pasado un joven declaró haber llevado “sobres” para policías de parte de Monjes.

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