“Gonzalo vino a la marcha por justicia para Josías y a los dos días lo asesinaron. Es muy raro”

Antes de ser asesinados, ambos jóvenes denunciaron abuso policial. El miércoles pasado Gonzalo Silvera asistió a la marcha por justicia por Josías Galeano. Menos de 48 horas después lo asesinaron de un tiro en la cabeza

Josías Galeano (15) y Gonzalo Silvera (22) eran amigos. Josías fue asesinado y su cuerpo fue hallado en un bañado a las afueras de Oberá. El miércoles de la semana pasada, Gonzalo y un grupo de jóvenes participaron de la marcha por justicia para su amigo.

Menos de 48 horas después, el cadáver de Gonzalo Silvera fue hallado sobre calle Serrano casi San Juan de Obéra. La autopsia confirmó que lo mataron de un tiro en la cabeza. Hasta el momento no hay ningún detenido.

Desde un primer momento, como se vio reflejado en sucesivos partes de prensa, desde la Policía caratularon a Gonzalo como un “pibe chorro”, sin antes probar que fue asesinado en ocasión de un presunto ilícito. Pero no sólo eso, sino que el cuerpo fue hallado en la vía pública y nadie se atribuyó el hecho ni se ubicó como víctima de un robo. Se trata de un homicidio impune.

En ese contexto, la novia y amigos de la víctima participaron anoche de una nueva marcha por justicia para Josías, ocasión en la que sumaron su reclamo por Gonzalo.

Cristian Galeano, el padre de Josías, mencionó que “la semana pasada Gonzalo vino a la marcha por justicia para Josías y a los dos días lo asesinaron. Es muy raro. Pedimos justicia para Josías y también para Gonzalo. Es necesario decirles a las autoridades que sigan investigando para que estos crímenes no queden impunes, como tantos otros”, subrayó Galeano, quien también es policía.

Pero más allá de su pertenencia a la fuerza provincial, no dejó de mencionar que “por el asesinato de Gonzalo no hay detenidos y sus familiares tampoco tienen respuestas concretas de la Policía ni de la Justicia”.

Al igual que Josías, tiempo antes de su homicidio Gonzalo también denunció que fue víctima de violencia policial.

Un caso lleno de dudas

El homicidio de Gonzalo Silvera se registró el viernes pasado, alrededor de las 5.30, sobre calle Serrano casi esquina San Juan, en Villa Vick de Oberá.

Llamativamente, recién el lunes por la tarde el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá ordenó el allanamiento a una vivienda de calle Serrano al 1600, lo que permitió identificar el lugar desde donde habrían disparado y asesinado a Gonzalo, aunque por el momento no hay detenidos.

En el lugar, agentes de Criminalística recolectaron un plomo incrustado en la parte interna del muro frontal de la vivienda. Se trataría de un proyectil calibre 22, compatible con la hallada en el cadáver de la víctima.

En tanto, por los días transcurridos desde el hecho no fue posible practicar la prueba de parafina que hubiera permitido hallar restos de pólvora en el autor del disparo.

De todas formas, el hallazgo del plomo en el interior del muro avala los dichos de la novia de Silvera, quien manifestó que escuchó tres disparos antes de observar al muchacho tendido en la calle.

“Veníamos entrando por la Serrano y él me dice adelantate amor porque voy a hacer pis. Entonces me adelanto un poco y cuando llego hasta la iglesia escucho tres tiros. Me desesperé, fui a mirar y le encontré a Gonzalo tendido boca abajo. Lo llamaba pero no reaccionada; en eso pasaban dos muchachos que iban a trabajar y les pedí que lo cuiden, mientras fui corriendo dos cuadras hasta mi casa a pedir ayuda. Cuando volví había un machete al lado de Gonzalo, pero él no tenía machete. Alguien lo puso ahí para justificar lo que hicieron”, aseguró Araceli Figueroa (20), novia de la víctima.

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