Nueve fugas en ocho meses no resiste el menor análisis: la Policía de Oberá hace agua cuidando presos. ¿Pero se trata sólo de negligencia e ineptitud o hay algo más? ¿Las fugas se investigan en serio o quedan en un tirón de orejas interno y listo?
Hoy se escaparon dos detenidos esposados que estaban en resguardo de la Seccional Primera, quienes horas más tarde fueron recapturados y en su poder se halló más de 30 mil pesos en efectivo. O sea, plata tenían.
El pasado 16 de febrero, cuatro hombres detenidos por causas federales relacionadas a drogas se fugaron de la comisaría de San Martín, dependiente de la Unidad Regional II de Oberá. El mes pasado fueron recapturados dos de los cuatro.
Luego se determinó que los implicados contaron con logística y recursos para planificar la evasión, ya que contaban con un celular con el cual llamaron un remís desde Oberá que los trasladó hasta Colonia Alberdi, donde los aguardaba otro vehículo. Incluso le pagaron el viaje al remisero. También tenían plata.
Por otra parte, el 29 de mayo dos imputados por el delito de robo calificado lograron fugarse de la Seccional Cuarta de Oberá luego de limar los barrotes y la malla de acero de una ventana de la celda donde estaban alojados, tras lo cual accedieron a un patio interno y ganaron la calle. En los días posteriores ambos fueron recapturados y no se informó si llevaban efectivo.
Lo concreto es que en promedio, en Oberá se registra más de una fuga por mes. Muchísimo, aunque le dibujen como quieran.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.