La actualidad del Celeste es fruto del trabajo y compromiso de dos décadas, aunque no sin altibajos. Desde la gestión de Luicho Derna a la actual conducción de Sergio Feversani. Desde Dante Collavino a Fabio Demti como entrenadores. En el medio un terrible accidente; los ascensos y la clasificación al certamen continental
En el deporte muchas veces se habla de “proyecto”. Pero también es cierto que en la mayoría de los casos las intenciones se evaporan con la decepción que provocan las derrotas, las malas administraciones o la falta de apoyo, entre otras circunstancias.
Hoy, los hinchas del Oberá Tenis Club (OTC) disfrutan de un momento histórico, ya que el equipo debutará en la Liga Sudamericana de básquet, un hecho inédito para el deporte de Misiones. Pero no sólo eso, sino que será organizador y anfitrión del evento.
El elenco obereño se hizo acreedor de la plaza para la Liga Sudamericana al consagrarse campeón del Súper 4 de la Liga Argentina, en febrero 2020.
Pero luego y durante varios meses todas las competencias fueron suspendidas por la pandemia de Covid-19 y hubo que esperar un contexto epidemiológico apto que posibilite la reprogramación. Y llegó el gran día.
Esta realidad sólo fue posible gracias al trabajo y compromiso de dos décadas donde la institución fue escalando peldaños en las diferentes categorías: Liga Provincial, Campeonato Argentino de Clubes, Liga Nacional B, Torneo Nacional de Ascenso (actual Liga Argentina) y Liga Nacional.
Dirigentes, jugadores, cuerpos técnicos y auspiciantes, pilares de la continuidad de un proyecto que tuvo altibajos, claro que sí, pero que nunca retrocedió.
Un hito fue la consagración en el Provincial del 2002. El equipo era dirigido por Dante Collavino (quien dirigió a Luz y Fuerza de Posadas en el TNA) y tenía como figura a José Fabio, el último ídolo del básquet obereño.
Noche trágica
El Celeste militó seis temporadas en el Campeonato Argentino de Clubes. Los entrenadores fueron Collavino, luego Miguel Zandomeni y finalmente Juan José “Huevo” Bidarra, el DT del ascenso a la Liga B, en 2006.
Antes hubo una historia con buenas y malas. Sin dudas, entre las últimas sobresale lo ocurrido en la madrugada del 26 de mayo de 2003, cuando el plantel regresaba de jugar un partido en Formosa y una de las combi que los trasladaba chocó de frente con una camioneta, cuyo conductor se durmió y cruzó de carril. A consecuencia del siniestro fallecieron ambos choferes.
El “Gringo” Zandomeni era el DT y viajaba adelante, por lo que salió despedido por el parabrisas y salvó su vida de milagro.
También resultaron lesionados los jugadores Daniel Pizzutti, Gabriel Pared, Marcelo Revinski y Daniel Acuña. Las consecuencias fueron tales, que los dos últimos nunca más volvieron a jugar profesionalmente.
“Se conformó un equipo local sin refuerzos y la primera liga jugamos muy bien. Estábamos pelando arriba y surgió el accidente, lo que nos cortó las chances de lograr el objetivo del ascenso. Fue un antes y un después. Pero a pesar de todo siempre hicimos un buen papel”, recordó Zandomeni.
También destacó la figura de “Luicho” Derna: “Un dirigente excepcional, cuesta encontrar dirigentes como él, que fue capaz de ofrecer su casa para alojar un jugador. Solucionaba todo con tal que la rueda gire”.
Si bien el Gringo reconoció que le quedó un sabor amargo por no lograr el ascenso, también ponderó que “fueron tres años muy lindos. Siempre está presente en mí el cariño de la gente. Ni hablar como nos trataron después del accidente, la ciudad entera estuvo pendiente de nosotros. Fue algo maravilloso. Tengo el mejor recuerdo. No se dio el ascenso, pero me queda lo mejor que da el deporte, que es conocer buena gente”.
Los ascensos
Ya con Bidarra como entrenador en el Argentino de Clubes, OTC conformó un equipazo con el objetivo de ascender a la Liga B.
Félix Vargas, Matías Caramuto, Mauro Rotschy, José Fabio, Víctor Sudol, Daniel Pizzutti y Francisco Magallanes fueron los pilares de un plantel de jerarquía para la categoría.
La serie final Alvear de Villa Ángela, Chaco, se definió el 6 de agosto de 2006 en un colmado estadio del polideportivo Ian Barney.
El campeón disputó 19 partidos -12 en la fase clasificatoria y 7 en los playoffs-, con 16 triunfos y sólo 3 derrotas.
Para la Liga B llegó José Luis Pisani. En la primera temporada el equipo se armó de apuro y con poco presupuesto, pero la campaña fue espectacular y llegó a semifinales.
Esos fueron los cimientos para la segunda temporada, con una identidad de equipo y de trabajo bien definidas. Además, se logró mantener la base del plantel.
El 14 de mayo del 2008, OTC derrotó como local a Banda Norte de Río Cuarto, Córdoba, por 80 a 77 y ascendió al TNA. Ese éxito deportivo apuró la construcción del nuevo estadio del club, ya que hasta entonces el Celeste jugada de local en el polideportivo Ian Barney, escenario de grandes alegrías.
El plantel del ascenso contó con jugadores de la talla del capitán Daniel Clavell, Mauricio Beltramella, Marcos Jovanovich, Mauro Bianco, Facundo Mendoza, Néstor Braccia y Denis Gómez, el recordado interno obereño que falleció en 2014 víctima de una enfermedad terminal.
Pisani continuó en el Club y fue el primer entrenador de OTC en el TNA. En aquella temporada logró la permanencia al imponerse por 92 a 83 ante Echagüe de Paraná como visitante.
Nueva era
En las siguientes temporadas se alternaron buenas y malas campañas, con problemas financieros en el medio, al extremo que al asumir la actual dirigencia presidida por Sergio Feversani la prioridad era sanear las arcas del club y hasta hubo dudas sobre la continuidad del básquet profesional.
De todas formas, con seriedad y compromiso los dirigentes redoblaron el esfuerzo, recompusieron las finanzas y revitalizaron el proyecto.
Así, el 15 de febrero del 2020, OTC se impuso por 84 a 75 ante Barrio Parque de Córdoba y se consagró campeón del Súper 4 de la Liga Argentina.
Ese equipo tenía chances de luchar por el ascenso a la Liga Nacional, pero la pandemia cortó la temporada. La dirigencia no perdió tiempo y adquirió una plaza para la máxima categoría.
Desde entonces viene de menor a mayor y la actual será su tercera temporada en la elite nacional. Pero primero afrontará la Liga Sudamericana.
“Tenemos por delante un fin de semana muy lindo que nos tiene que llenar de orgullo a todos los hinchas del deporte obereño y misionero en general, sobre todo a los hinchas del básquet y a los simpatizantes del Tenis, con más razón”, destacó el presidente Sergio Feversani.
“Fue mucho mucho trabajo, pero estamos muy contentos y muy orgullosos de poder representar a nuestra ciudad. Además nos sentimos muy respaldados por el apoyo de las empresas que ponen su dinero para que esto sea posible, porque entienden que hay un proyecto de club y un gran futuro con los más de 300 chicos que tenemos en formativas”, valoró.
Por el lado deportivo, expresó que “el objetivo es claro: tratar de estar entre los dos primeros y clasificar para la próxima fase, para lo que vamos a necesitar hacer pesar la localía que tenemos y ojalá que se pueda dar”.
Aprovechar la localía
Con relación al equipo que dirige Fabio Demti, tras una intensa pretemporada tuvieron la posibilidad de jugar cinco amistosos, de los cuales ganaron cuatro, un buen record pensando en lo que viene.
De la temporada anterior sólo quedó el base y capitán Nicolás De Los Santos, además del DT, por lo que se trata de un equipo nuevo que irá adquiriendo identidad con el correr de la competencia.
La Liga Sudamericana, en tanto, servirá para “calentar motores” pensando en la Liga Nacional, certamen que comenzó esta semana y en el cual el Celeste debutará en la próxima.
“Trabajamos mucho durante la pretemporada, tanto en lo físico como en lo basquetbolístico, con el objetivo de acoplar bien a cada uno de los jugadores nuevos. En líneas generales, este OTC es un equipo prácticamente nuevo. Por eso, los amistosos nos sirvieron para buscar el mejor funcionamiento”, explicó Demti.
Respecto a la Sudamericana, el entrenador remarcó que “la meta es clasificar a segunda fase, pero sabemos que no va a ser fácil”.
“Sin dudas, Baurú es uno de los mejores equipos de Brasil y está un escalón por encima de cualquier equipo argentino. También tenemos a Regatas y a Pichincha, que vendrán a dejar todo. Sin dudas, no será fácil, pero la localía será un punto importante desde lo motivacional”, opinó el conductor.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.