OTC cumplió con creces en el doble rol de organizador y competidor en el certamen continental que llegó por primera vez a Misiones. En la cancha clasificó al Final 8. “Le dije a los jugadores que lo tienen que disfrutar porque entramos a un lugar de privilegio”, destacó el DT Fabio Demti
Impecable es el adjetivo que mejor define el papel de Oberá Tenis Club (OTC) en su primera participación en la Liga Sudamericana de básquet, tanto en lo deportivo como en la organización del evento, ya que no sólo debutó en el certamen continental sino que además fue el anfitrión.
El Celeste logró el objetivo en la cancha, que era clasificar al Final 8 (cuartos de final), pero también dio muestras del alto nivel dirigencial que ostenta, puesto que cumplió con todo lo que requiere la logística de una competencia con el aval de FIBA América.
El público que durante tres jornadas se convocó en el estadio Dr. Luis Augusto Derna disfrutó de una competencia de alto nivel, con el plus de la buena campaña del local, que ganó dos partidos y cumplió con el objetivo trazado.
Además, esta primera fase de la Sudamericana también sirvió de rodaje con vistas al debut en la Liga Nacional, previsto para mañana ante Independiente de Oliva, Córdoba, en lo que será el primero de cuatro partidos consecutivos en Oberá.
“Estoy feliz y agradecido con los jugadores y con el club, que mostró una organización ejemplar. Objetivo totalmente cumplido. Le dije a los jugadores que lo tienen que disfrutar porque entramos a un lugar de privilegio; pero a la vez debe ser una experiencia y un aprendizaje para lo que sigue”, subrayó el DT Fabio Demti.
Sobre el rendimiento del equipo, puntualizó que “tenemos facetas muy buenas, sobre todo el espíritu, la defensa, la carrera, pero colectivamente algunos jugadores todavía tienen que ponerse mejor para jugar juntos. Todavía podemos lucir mucho mejor”.
Gran campaña
La expectativa era mucha por ser la primera vez que un equipo misionero participaba de la Liga Sudamericana. Y como si esto fuera poco, también era organizador. Pero todo salió redondo.
En el primer juego el Celeste derrotó por 105 a 65 a Pichincha de Bolivia, equipo que después cayó ajustadamente ante Baurú de Brasil y Regatas Corrientes, lo que destaca aún más el triunfo del local en el arranque.
Sin dudas, el mejor rendimiento del anfitrión fue la victoria ante el equipo brasileño, al que dejó en 55 puntos, un enorme mérito por la jerarquía de un verdadero equipazo.
Ya el domingo perdió con Regatas, aunque a un minuto y medio del final se puso a 2 y hasta lo pudo haber ganado.
“Creo que casi todo el partido nos dominó Regatas porque jugó mejor que nosotros. En el primer tiempo lo pusieron en evidencia en el tablero y en el segundo pudimos rearmar algunas cosas y equilibrarlo. Sabíamos que (perdiendo) por una diferencia amplia igual clasificábamos, pero salimos a buscarlo con muchas ansias, lo que habla muy bien del equipo”, ponderó Demti.
Y agregó que esta fase de la Sudamericana “sirve de rodaje y el equipo tiene que seguir creciendo porque todavía le falta mucho, pero la verdad que estoy muy contento por lo logrado. Sabía de la calidad de Baurú, de la calidad de Regatas, más allá de alguna ausencia, y Pichincha también mostró sus credenciales en los otros dos partidos. Nada de lo que hicimos fue sencillo”.
El Celeste clasificó al Final 8 ya que ganó dos de los tres partidos, al igual que Baurú y Regatas, este último eliminado por diferencia de puntos.
Coraje y fundamento
El norteamericano Charles Mitchell fue el goleador Celeste con un promedio 18.3 puntos por partido, a lo que sumó 7 rebotes por juego. El pivote fue determinante en la pintura y eso que aún debe adquirir su mejor forma física.
Jonathan Maldonado aportó 12.2 tantos y 4 asistencias por partido; mientras que Gastón Córdoba promedió 9 puntos y 6.6 rebotes.
“Nos vamos un poco amargados por la derrota (ante Regatas), pero satisfechos porque cumplimos con el objetivo de clasificar. Se nota que el equipo tiene coraje y sabe con qué sacar adelante los malos momentos”, opinó Córdoba.
El ala-pivote fue uno de los más regulares por entrega y aporte en ambos costados de la cancha. Un jugador solidario e inteligente.
Sobre la experiencia del fin de semana, valoró que “enfrentamos a grandes rivales e hicimos un gran partido táctico ante Baurú, que es uno de los mejores equipos de Brasil, donde cumplimos a la perfección lo que nos pidió Fabio. Además, esto nos sirve de rodaje para la Liga Nacional”.
Otro jugador muy regular fue Jonatan Torresi, quien promedió 8.6 puntos y 3 rebotes por partido. El capitán Nicolás De Los Santos no estuvo tan afinado en ofensiva (7.3 puntos), pero condujo con criterio y aportó 6 asistencias por juego.
El dominicano nacionalizado argentino Xavier Carreras fue de menor a mayor (6.3 puntos y 5 rebotes), mientras que el norteamericano Justin Gordon quedó en deuda (5.2 tantos de promedio).
En tanto, el experimentado pivote Santiago González (4.2 puntos y 3.6 rebotes) cumplió un gran aporte en su reemplazo temporal del lesionado Matías Sandes.
Los pibes misioneros Francisco Tarnowyk y Santiago Konaszuk tuvieron poco protagonismo, pero no desaprovecharon los minutos en cancha.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
