Ayer robaron una moto de un departamento de calle Perito Moreno. El jueves le tocó a un vecino de calle Marcos Kanner. Y así todos los días, porque en Oberá roban una moto por día, aunque la Policía oculte las denuncias y maquille las estadísticas de la inseguridad que crece.
Una moto por día es muchísimo, como muchísimo el dinero que genera esta actividad ilícita que funciona de manera muy aceitada en Oberá. Si no hubiera “mercado” para las motos robadas, no habría tantos hechos. Algunos están ganando mucha plata.
Se recupera un bajísimo porcentaje de los vehículos rodados, y casi siempre porque los dueños, sus familiares y amigos publican los hechos por redes sociales y ofrecen recompensas. Incluso, en ocasiones los propietarios investigan y avisan a la Policía dónde está la moto.
¿Cómo puede ser que el damnificado tenga que hacer el trabajo de las autoridades? ¿La Policía de Oberá no está capacitada? ¿No dispone de los medios necesarios para combatir este flagelo? ¿O es zona liberada?
Como contrapartida, despliegan operativos “caza bobos” en horarios que perjudican a las personas que van o salen de trabajar. Estadísticas inservibles. Humo para las fotos que mandan a Posadas para hacer como que trabajan.
.
.
Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
