En el marco de la investigación del deceso de Ángel Darío González, apuñalado en San Miguel. Desde el Cuerpo Médico Forense expresaron dudas en torno al accionar del profesional que intervino a la víctima en el Samic. Contradicciones entre la historia clínica y el informe de la autopsia
“(…) se advierte conforme los datos consignados en la historia clínica que existen actos y conductas médicas adoptadas por el doctor Gabriel F. que a futuro inmediato podrían ser pasibles de planteos en el contexto de la responsabilidad profesional”, concluyó el subjefe del Cuerpo Médico Forense (CMF) de la Provincia, Carlos Sebastián Wolhein, en el escrito mediante el cual los integrantes del CMF se excusaron de intervenir en la autopsia sobre el cadáver de Ángel Darío González (37).
El pasado 30 de julio, el citado fue apuñalado por un joven de 20 años en el barrio San Miguel de Oberá, tras lo cual fue trasladado e intervenido quirúrgicamente en el Hospital Samic, donde falleció al otro día.
El autor del ataque fue identificado, detenido e imputado. En paralelo, desde el mismo día del deceso fuentes del centro asistencial alertaron sobre presunta mala praxis, habida cuenta ciertos procedimientos e incongruencias en la historia clínica del paciente.
En tanto, tal como refirió Wolhein en el escrito de excusación, González “fue asistido por el doctor Gabriel F., quien además de médico asistencial es médico forense y miembro permanente del CMF de la ciudad de Oberá”, por lo que todos sus colegas se abstuvieron de participar de la autopsia para garantizar la transparencia del proceso.
En consecuencia, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) solicitó la intervención de un perito externo, labor que recayó en el comandante principal Carlos Barrionuevo, médico integrante de la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de Gendarmería Nacional (GNA).
En su informe, el profesional dejó constancia que el deceso se produjo por “daño hepático”, órgano que fue afectado por un objeto romo, es decir sin punta ni filo.
Dudas y suspicacias
Barrionuevo también señaló que el cadáver de González presentaba dos heridas traumáticas en región dorsal, una de las cuales se ubica en la “línea axilar media y posterior derecha, a nivel de la punta de la escápula” y otra “a nivel de fosa lumbar izquierda”.
En cambio, la historia clínica del Hospital Samic se dejó asentado que el paciente presentaba “dos lesiones toráxica derecha e izquierda”, lo que contrasta con el análisis del perito de GNA, que constató dos lesiones dorsales.
Dicho informe fue elevado al Juzgado de Instrucción Uno de Oberá acompañado por 334 fotos y un video de la autopsia, aunque las autoridades judiciales informaron que dicho material desapareció, situación que avivó las suspicacias en torno al caso.
Según la historia clínica, González fue intervenido quirúrgicamente en tres oportunidades entre las 23.20 del 30 de julio y a las 11.05 del 31.
Como se constata, a partir del primer ingreso a cirugía en la historia clínica del Samic comenzaron a asentar que el paciente sufrió una “lesión hepática”, lo que no se condice con las evaluaciones iniciales y estudios complementarios previos, ya que la ecografía abdominal reveló que el hígado se hallaba en perfectas condiciones, según la misma documentación oficial.
Es decir, al ingreso al hospital el paciente no presentaba ninguna lesión o alteración del hígado; pero luego la autopsia determinó que el deceso se produjo por “daño hepático”, tal como consta en el informe incorporado al expediente.
Según el forense, se constató “fractura hepática” de unos 10 centímetros de longitud.
“(…) se observa un orificio transfixiante (perforante) redondeado que podría corresponderse con el paso de un elemento de punta roma”, precisó.
Trámite exprés
El informe del perito a cargo de la autopsia indica claramente que el hígado fue lesionado por un objeto sin punta ni filo (lo que podría ser compatible con el tubo de drenaje), mientras que el imputado atacó y lesionó a la víctima con un cuchillo.
En las conclusiones de la autopsia se lee que “la muerte ha sido producto de shock hipovolémico grave, a causa de daño hepático”, pero el paciente ingresó al Samic con el hígado intacto, según se interpreta de la propia historia clínica.
En ese contexto, desde la defensa Braian Sebastián W. (20), imputado por el homicidio de González, cuestionaron la celeridad del juzgado interviniente en clausurar la instrucción y elevar la causa a juicio.
“Es llamativo que en tres meses eleven una causa por homicidio a juicio, sobre todo por las dudas que existen. Lo más grave es que la defensa solicitó una prórroga de la instrucción, como también pruebas que el Hospital aún no mandó, pero lo denegaron y elevaron la causa a juicio rápidamente”, reclamó Sandra Llamosas, defensora particular del imputado.
Entre la documentación faltante, citó el protocolo de la cirugía y el detalle de los medicamentos suministrados al paciente.
“La historia clínica que mandaron del Hospital está incompleta. Aparte, junto al informe de autopsia mandaron 334 fotos, pero cuando quisieron subir al expediente se perdieron. La defensa nunca pudo ver esas fotos y un video”, agregó.
Por ello, la letrada anticipó la presentación de un recurso de apelación a la elevación a juicio.
Puntazos en la espalda
Sin bien por el aporte de testigos está claro que Braian Sebastián W. fue el agresor de González, el resultado del informe forense podría atenuar su responsabilidad en el hecho.
Por el momento el joven permanece detenido como imputado por homicidio simple.
Más allá de cualquier especulación, lo cierto es que la víctima padeció dos puñaladas, pero luego trascendieron diferentes versiones -incluso oficiales- que generaron suspicacias.
Víctor De Olivera -hermano y testigo del hecho- indicó que González sufrió dos puntazos en la espalda. Asimismo, la familia aportó fotos de la campera donde se pueden observar dos tajos que habrían sido ocasionados en el ataque. Las marcas se ubican en la espalda.
Contrario a ello, en un primer momento desde el Hospital Samic informaron que la causa del deceso obedeció a una “herida de arma blanca en el abdomen” que afectó los riñones.
En tanto, en el informe de prensa difundido por la Unidad Regional II la médica policial en turno diagnosticó “dos lesiones punzocortantes, derecha e izquierda, en región torácica”.
Consultado al respecto, De Olivera ratificó lo que declaró en sede policial y afirmó que agresor apuñaló a su hermano por la espalda.
El expediente se tramita ante el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá, a cargo del juez subrogante Pedro Piriz.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.