Policía fue detenido por golpear y amenazar a su pareja en la bailanta de Oberá

En la madrugada del sábado, el sargento Marcos Hugo Alfonso ingresó a Terra, donde trabaja la mujer, la sacó por la fuerza y la golpeó. Al momento del hecho el acusado prestaba servicio en la Línea 137 para asistencia a víctimas de violencia de género

Un sargento perteneciente a la Unidad Regional II de Policía fue detenido tras agredir y amenazar a su pareja en la bailanta de Oberá, escena que fue presenciada por decenas de testigos, incluidos camaradas del acusado.

La paradoja del caso es que hasta el momento del hecho el acusado se desempeñaba como chofer de la Línea 137 para asistencia a víctimas de violencia de género. Se ve que el hombre no aprendió nada en el trabajo.

El hecho se registró en la madrugada del último sábado en el local bailable de avenida Andresito. La víctima fue asistida por efectivos del Comando Radioeléctrico y el implicado, identificado como Marcos Hugo Alfonso (36), permanece alojado en la Seccional Segunda. La denuncia fue radicada ante la Comisaría de la Mujer.

El martes el policía fue trasladado hasta el Juzgado de Instrucción Dos, donde designó defensor particular y se abstuvo de declarar.

Fue imputado por “lesiones y amenazas agravadas por violencia de género, y resistencia a la autoridad”, precisó una fuente del caso.

Hasta el momento se probó que el sargento ingresó a la bailanta donde trabaja su pareja, comenzó una discusión y la sacó por la fuerza hasta el exterior del local, donde tenía estacionado su coche.

Ya en el interior del rodado le propinó golpes y profirió amenazas. La secuencia previa fue observada por varios testigos, quienes dieron aviso al personal policial de custodia en el lugar, los cuales solicitaron refuerzos al Comando.

El hecho se registró en la bailante de avenida Andresito

“Iban y venían”

Una vez en el lugar, los uniformados trataron de convencer a Alfonso para que deponga su actitud violenta, lo que no ocurrió, por lo que tuvieron que reducirlo y detenerlo por la fuerza.

El posterior el test de alcoholemia determinó que al momento del hecho el policía se hallaba con 1.6 gramos de alcohol en sangre, es decir tres veces superior a lo autorizado para conducir.

La víctima fue asistida y revisada por el médico policial en turno, quien constató excoriaciones en diferentes partes del cuerpo.

Sobre el hecho, un allegado a la mujer comentó que en los últimos tiempos la pareja tuvo recurrentes discusiones, por lo que “iban y venían”, graficó. No tienen hijos en común.

En tanto, en las horas previas al hecho el implicado habría llamado insistentemente a la mujer sabiendo que se hallaba en su trabajo, hasta que decidió ir al lugar y la sacó a la fuerza.

Asimismo, trascendió que Alfonso tendría intenciones de denunciar por abuso de la fuerza y lesiones a los integrantes de la patrulla que lo detuvo, ya que lo habrían golpeado estando esposado. Un hematoma en un ojo avalaría sus dichos.

La defensa del implicado ya solicitó la excarcelación, aunque dicho beneficio quedará supeditado a una serie de medidas previas tendientes a garantizar la integridad de la víctima.

En paralelo a la causa penal, la Jefatura de la Policía ordenó la instrucción de un sumario administrativo interno y el pase a disponibilidad del acusado.

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