Denunció que un ex policía lo torturó con picana eléctrica y machete durante tres horas en Alba Posse

Carlos Rogelio Suárez contó que el agresor actuó en complicidad con su hijo. “Me pusieron picana eléctrica en el pecho y las partes íntimas”, aseguró la víctima. El ex policía es conocido como “Parafuso” y continúa libre

Las marcas en el cuerpo de Carlos Rogelio Suárez (39) grafican la brutalidad a la que fue sometido por un policía retirado que reside en Colonia 9 de Julio, localidad de Alba Posse, según consta en la denuncia radicada el último viernes ante la comisaría local.

Excoriaciones, cortes y hematomas en diferentes partes del cuerpo -producto de patadas, golpes de puño, planazos de machete y picana eléctrica-, fueron constatados por el médico policial que revisó a Suárez en el Hospital de Alba Posse.

En tanto, el sábado fue derivado al Samic de Oberá para estudios de mayor complejidad.

Suárez identificó al agresor como José G., alías “Parafuso”, suboficial retirado de la Policía de Misiones, quien habría actuado en complicidad con un hijo.

Visiblemente afectado por la situación padecida, aseguró que teme por su vida porque el violento lo amenazó de muerte a él y a sus dos hijos menores de edad. Asimismo, alertó que el ex policía continúa en libertad, a pesar de la gravedad de la denuncia en su contra.

“Somos vecinos, nos conocemos de toda la vida y yo trabajaba para él. El viernes fui a trabajar y me atacó por la espalda, junto con su hijo. Me ataron, me golpearon y me llevaron al galpón. Una vez adentro, me pusieron picana eléctrica en el pecho y las partes íntimas. Me acusó que le robé 5000 reales, pero yo no toco cosa ajena”, subrayó Suárez mientras le suministraban suero con antibióticos y calmantes.

Las marcas de la brutalidad contra Suárez

“Pensé que me iba a matar”

Precisó que el ataque se registró en la propiedad de José G., en Colonia 9 de Julio, jurisdicción de Alba Posse. El ex policía estaba acompañado por hijo Jonathan G., mayor de edad, quien habría sido cómplice del secuestro y tortura.

Suárez exhibió las lesiones que se prolongan por todo su cuerpo, desde la cabeza hasta los tobillos, en los cuales a simple vista se observan las marcas de las ataduras, al igual que en ambas muñecas.

“Me pegaron mucho en la espalda con el plano del machete, por eso me duelen los pulmones. En un momento pensé que me iban a matar. Parafuso mismo me dijo: ‘te mato y te tiro en el río, yo me cansé de hacer eso. Nunca te van a encontrar. Y después quemo tu casa con tus hijos’. Lo peor es que sigue libre, por eso tengo miedo, sobre todo por mis criaturas”, alertó.  

Comentó que los acusados lo habrían retenido durante alrededor de tres horas, desde las 14 hasta las 17, cuando lo liberaron y el policía retirado lo amenazó para no cuente lo sucedido.

La victima fue derivado al Samic de Oberá

“Me largó mi dijo que no diga nada, que no denuncie porque recién ahí le voy a conocer. Lo que pasa es que están malacostumbrados a hacer eso con la gente, total no le hacen nada porque es amigo de los policías. Yo no entiendo cómo no le detuvieron, si vieron lo lastimado que estoy. Se ve que no hay justicia para la gente común”, lamentó.

Y agregó: “En la colonia nos conocemos todos y se sabe que él es compinche de los policías porque estuvo en la misma fuerza y trabajó con ellos. Yo pido seguridad para mis hijos y mi familia porque es gente peligrosa. Dijo que no le cuesta nada matarme y tirarme en el río, que no me van a encontrar. Lo que me hizo no se le hace ni a un animal”.

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