“Mis hijos corren peligro, pero recorrí tres comisarías de Oberá y no me quisieron tomar la denuncia”

Jorge Melgarejo no oculta su preocupación, su desesperación, su bronca. Durante nueve años convivió con la madre de sus dos hijos (hoy de 11 y 8 años), hasta la separación en 2019, tras lo cual comenzó un largo peregrinar por dependencias policiales y judiciales.

Entretanto, según consta en diferentes documentos, la madre de las criaturas los abandonó por casi un año y luego impidió el contacto el padre, con el perjuicio que ello implica en los menores.

Denuncia por impedimento de contacto en diciembre de 2021

Hoy, la mujer y su actual concubino residen en la localidad de Mártires, mientras que el progenitor vive en Oberá y trabaja en construcción.

“El sábado 31 me trajo los chicos, desapareció y no atiende el teléfono. Hoy quise hacer la denuncia en la Tercera para dejar constancia de que no cumple con el convenio y no tomaron la denuncia. De ahí fui a la Primera y me dijeron que vaya a la Comisaría de la Mujer o al Palacio de la Justicia, pero en la Comisaría de la Mujer tampoco me tomaron la denuncia. Durante toda la mañana la Policía me tuvo de juguete”, lamentó Melgarejo.

“Quiero evitar una desgracia”

Contó que sus hijos están traumados y tienen miedo de volver con la madre, por lo que recurrió a la autoridad policial.

“La pareja de mi ex toma y el violento. Mis hijos corren peligro, pero recorrí tres comisarías de Oberá y no me quisieron tomar la denuncia”, reclamó.

Una de las tantas denuncias de Melgarejo

Melgarejo señaló que en febrero de 2020 la madre de los chicos los dejó con él en su lugar de trabajo y desapareció por diez meses.

La madre abandonó a los menores durante varios meses

“Casi en diciembre de ese año los abuelos maternos vinieron a buscarlos porque hacía mucho que no los veían. De ahí, todo el 2021 no los vi por capricho de la madre. En abril del año pasado la cite en la Defensoría y llegamos a un acuerdo para que los chicos estén conmigo los fines de semana, pero no cumple”, aseguró.

En tanto, indicó que “el más grande llora cuando tiene que volver. Eso me preocupa mucho. Pero la Policía no actúa, siempre te salen con un verso, se tiran la pelotita y no te solucionan nada. Quiero evitar una desgracia. Cada vez que vienen mis hijos se desahogan, me cuentan cosas y se ponen a llorar”.

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