La mujer y sus pequeños fueron hallados en una parada de colectivos de la localidad de Cerro Corá. En diálogo con la Policía reconoció que se fue de su casa porque inició otra relación amorosa. Tanto ella como sus hijos se hallan bien de salud
Fueron 72 horas de angustia para familiares y allegados, pero el misterio se develó esta mañana, cuando la obereña Zulma Natalia Yedro (36) y sus pequeños de 4 y 2 años fueron hallados en una parada de colectivos en la localidad de Cerro Corrá.
Según informaron desde la Unidad Regional II, a las 9 de esta mañana el oficial de servicio de la comisaría de Cerró Corrá se contactó con sus pares de Oberá para informar que minutos antes identificó a Yedro y sus dos hijos en una parada del pueblo.
En diálogo con la mujer, esta le manifestó que esperaba un colectivo hacia Posadas. En tanto, el funcionario le informó que su marido había radicada una denuncia por desaparición de personas, por lo que debían acompañarlo hasta la comisaría local.
Yedro aceptó las directivas y a esta hora se halla resguardada junto a las criaturas a la espera del regreso a Oberá. Los tres se hallan en aparente buen estado de salud.
En diálogo con el policía que la asistió, la mujer manifestó que iniciado nueva relación amorosa con un hombre de la zona. “Me fui de mi casa para vivir con otro hombre”, comentó.
Precisamente, en la víspera se informó que el miércoles a las 10 la citada abordó un colectivo desde Oberá, junto a sus hijos, pero el pasaje había sido adquirido media hora antes por un tercero en Posadas.
Ese mismo día, a las 7.30. Yedro había salido de su casa en barrio Norte para dirigirse a la salita de salud, aunque fue sólo una excusa.
Luego se supo que no fue la primera vez que se fue de la casa, al tiempo que desde la UR II anticiparon la intervención de profesionales para entrevistar a la mujer e indagar si habría sido víctima de presuntos hechos de violencia de género, como dejó trascender una hermana.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
