Hace un tiempo se instaló el término “casta” para graficar a una clase política atornillada al poder que prioriza el beneficio propio por sobre el bien común, cuando en realidad lo último debería ser el principal objetivo de todo político digno.
También se habla mucho de los “políticos profesionales”, que son aquellos que justamente hacen de la política su oficio y saltan de puesto en puesto y de cargo en cargo, cuando no de partido en partido, acomodándose según la conveniencia del momento. Los famosos panqueques.
Los ejemplos sobran a nivel nacional, provincial y local. Y en la zona Centro el abanderado de esa casta de políticos profesionales es Víctor Serdiuk, quien desde hace 20 años se desempeña (casi digo trabaja) como intendente de General Alvear.
Serdiuk fue electo intendente en 2003, cuando pertenecía a la UCR; pero en 2005 panquequeó y se pasó al Frente Renovador, donde continúa. Bajo ese signo, fue reelecto en 2007, 2011, 2015 y 2019.
Pero cuando creía que tenía la vaca atada para toda la cosecha, en mayo pasado perdió las elecciones, no fue reelecto y a partir del 10 de diciembre deberá dejar el cargo tras dos décadas completas.
36 años mamando de la teta del estado
Ah… tampoco es menor otro dato: antes de acceder a la intendencia, durante 16 años Serdiuk ostentó el cargo de secretario del intendente “Beto” Hein, ya fallecido. O sea, si las cuentas no fallan, son 36 años mamando de la teta del estado.
Obvio, en ese lapso acomodó a toda su familia: la mujer es Jueza de Paz del pueblo y los hijos oficiales de Policía con prestación de servicio en Verificación del Automotor… piola, horario de oficina de lunes a viernes.
Aunque ni así Serdiuk está contento y, como viene publicando Noticias de Acá, tras perder la reelección escondió la ambulancia del pueblo en represalia a los vecinos. Por eso ayer, en sesión extraordinaria, los concejales le exigieron que vuelva a poner el móvil al servicio quienes necesitan.
Terrible bajada de línea
Ahora bien, lejos de reconocer que estuvo mal, el intendente se despachó con un estado de WhatsApp cargado de soberbia e intolerancia.
Esto escribió Serdiuk: “Al chancho o cerdo como le dicen, para el que no conoce es un animal que se baña en el barro, no le debe dar de comer mucho porque lo que no come derrocha o tira. Y tenga mucho cuidado cuando va entrar al chiquero porque le muerden la mano al que le da de comer y aparte le hice un buen chiquero para su resguardo. Aviso porque tengo muchos de esos animales en mi granja”.
Terrible bajada de línea a la comunidad y a los concejales que lo cuestionan, dando a entender que les dio de comer y tratándolos de chanchos, como si hubiera hecho favores poniendo plata de su bolsillo. Impresentable. Bravucón. Casta pura. Por suerte ya se va.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
La gente de Gral. Alvear abrió los ojos!!! años de robos en nuestras caras. Ni hablemos de las propiedades que adquirió a su nombre y nombre de sus hijos en este tiempo (No era creíble que un simple cabicho de policía se construya con su propio sueldo tremendo chalet), autos, etc. Encima ostentaban en nuestras caras sin perdón al esfuerzo ajeno.
Al pobre contribuyente ni un camión de tosca le llevaban, me consta. Averigüen en la zona EX cooperativa nº6 como mezquina el agua potable de los pozos, junto a Roberto Boichuk y Edgardo Tschirsch. Le dejan sin agua a los pobres ancianos de la zona. Los caminos aledaños un desastre! Se jactan de la impunidad hasta policial.
Súmenle a su alcoholismo!
Creo que los que alimentamos mucho «al chancho» fueron los que te votaron y los pobres contribuyentes, Por eso el CHANCHO el 10 de diciembre se va gordo con las manos llenas.