E. F. fue denunciado por violar a un menor en el CIC de Campo Ramón. El jueves recuperó la libertad. Para la fiscalía, el relato de la presunta víctima “pierde fuerza de convicción ante los demás elementos de prueba recolectados”. El defensor Silvio Contreras destacó “logramos llegar a la verdad”
Un total de 313 días permaneció detenido el profesor de matemática E. F. (28) imputado por abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de un menor de 11 años en un baño del CIC de Campo Ramón, donde daba clases de apoyo.
Fueron poco más de diez meses de encierro entre la comisaría del pueblo y la cárcel de Cerro Azul como acusado del peor de los delitos, por lo que tuvo que soportar insultos y hasta agresiones físicas por parte de otros detenidos.
Asimismo, desde un primer momento el profesor insistió con su inocencia y su defensor particular presentó una serie de pruebas a su favor.
De todas formas, la declaración de la presunta víctima en Cámara Gesell sentó las bases para sostener el encarcelamiento mediante una prórroga de la investigación.
Pero con el transcurrir de los meses no surgieron nuevos indicios contra el docente, más allá de los dichos el chico, al tiempo que la defensa siguió recolectando elementos a su favor.
En ese contexto, el último lunes familiares y amigos de E. F. se movilizaron en reclamo de la liberación del imputado y eso pareció agilizar un trámite que venía demorado.
Tanto es así que al otro día, el fiscal Elías Bys elevó un dictamen favorable a la excarcelación por falta de mérito.
En su escrito, argumentó que la acusación de apoya en la declaración del menor pero “su relato pierde fuerza de convicción ante los demás elementos de prueba recolectados (…); no obrando en autos ningún otro elemento de prueba que acredite, con el grado de certeza que esta instancia procesal requiere, la autoría y responsabilidad penal de E. F. por el delito del cual fue formalmente acusado”.
Ahora la pregunta que surge es: ¿quién repara el daño que le hicieron al profesor?

“Demostramos la verdad”
El último jueves el juez de Instrucción Uno de Oberá, Pedro Piriz, avaló el dictamen del fiscal y ordenó la excarcelación bajo caución juratoria. Ese mismo día el profesor recuperó la libertad.
“Trabajamos mucho desde esta defensa para desacreditar la denuncia. Y gracias a la apertura probatoria del juez, demostramos la verdad. Después de tantos meses logramos llegar a la verdad”, subrayó el defensor Silvio Contreras.
El abogado remarcó que desde un primer momento su cliente se dijo inocente, lo que pudo probar con un cúmulo de elementos y testimonios que constan en el expediente.
En principio marcó la incongruencia en la hecha del supuesto hecho, ya que en la denuncia y ampliación de denuncia se cita como a fines de noviembre, cuando el menor asistió por última vez a clases el 17 de octubre.
También resultó clave el aporte de la docente responsable del curso, quien contradijo dichos del alumno, como ser que manifestó que estaba dolorido al volver al baño.
“El menor concurrió a tres clases de apoyo y de todas hay fotos. Cuando se le preguntó qué ropa tenían él y el profesor el día del supuesto hecho, el menor hizo un detalle preciso, pero no coincidió en lo más mínimo cuando se cotejó con las fotos. Asimismo, dijo que el profesor entró al baño y puso traba, pero en el acta de inspección del baño consta que el baño no tiene trabas”, precisó Contreras.
El abogado también marcó incongruencias en la mecánica del hecho descripto por el chico, como también que habría sucedido a sólo 12 metros del aula y nadie escuchó nada.
Informe psicológico
Sobre la declaración en Cámara Gesell, siempre un elemento clave en este tipo de casos, si bien el chico ratificó la acusación, se dejó asentado que posee “tendencia a la manipulación”, fue “poco espontáneo” y “no presentó indicios de abuso sexual”.
Otra pericia psicológica a cargo de una profesional del Cuerpo Médico Forense, indica que “no presenta indicadores psicológicos ni físicos compatibles con abuso sexual” ni “lesiones psicológicas ocasionadas por el supuesto abuso sexual”.
Otro aspecto que se consideró fue el aporte de un compañero del menor, quien aportó que “no paraba quieto (en el aula), se iba a cada rato al baño. No le quería al profesor, le odiaba porque era muy exigente”.
“No es una novedad que inventa cosas, todos en la escuela saben que inventa cosas. Una vez dijo que el primo chocó y murió; pero es mentira, el primo está vivo”, agregó.
El mismo amigo también avanzó en cuestiones íntimas que se preservan para proteger al menor.
En dicho marco, el defensor del profesor insistió con la excarcelación. Para ello, remarcó que “el plazo de tres meses de prórroga de instrucción dispuesta por el juez venció el pasado 10 de julio sin que se haya dictado una prórroga para continuar la investigación”.
“La detención de una persona inocente sin elementos probatorios, con plazos vencidos y en un contexto de arbitrariedad manifiesto, configura un escenario de gravedad institucional que V. S. (el juez) debe revertir de manera urgente dictando la falta de mérito (…) Solicito que se ponga fin a esta injusta situación que vulnera múltiples derechos de mi defendido”, indicó en el escrito que derivó en la excarcelación.

La acusación
La denuncia contra el profesor de matemática fue radicada por la madre de la supuesta víctima ante la comisaría de Campo Ramón a principios de enero, aunque el hecho que se investiga se habría registrado en noviembre del año pasado, según indicó la progenitora.
La misma mencionó que desde hacía varios meses notaba que su hijo se comportaba de manera extraña, tenía reacciones violentas y lloraba mucho.
El 7 de enero por la tarde tuvo una crisis y se encerró en el baño. Luego su mamá le pidió que le diga qué le pasaba, ante lo cual el chico le contó que un profesor -sin dar el nombre- lo sometió sexualmente.
La mujer precisó el hecho se habría registrado en el sanitario del CIC de Campo Ramón, donde el menor asistía a clases de apoyo escolar.
“Sucedió en el mes de noviembre, en la última clase de apoyo, en el sector del baño”, cita la denuncia.
Además, indicó que luego de perpetrar el acceso carnal el profesor amenazó al nene para que no cuente lo sucedido, o de lo contrario lo volvería a someter.
Vale mencionar que durante las clases de apoyo, el profesor de matemática era supervisado por una colega responsable del curso.
Luego transcurrieron dos meses hasta que el nene le manifestó a su mamá lo que supuestamente pasó en el baño del CIC.
En consecuencia, E. F. fue capturado y alojado en la comisaría de Campo Ramón, donde permaneció hasta el 2 de noviembre, cuando fue trasladado a la cárcel de Cerro Azul.
El profesor daba clases ad honorem ya que buscaba ganar experiencia en la carrera. En tal sentido, ningún otro alumno manifestó haber tenido problemas con el docente y todos destacaron su compromiso en la labor.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.