Otra vez la violencia en el fútbol obereño. Esta vez los implicados fueron jugadores de cuarta división de Atlético Iguazú de Leandro N. Alem y Aemo de Oberá, quienes definieron un pasaje a la final del Torneo Clausura de la categoría de la Liga Regional Obereña de Fútbol (LROF).
Fue el partido de vuelta de la serie y Aemo se impuso por un global 4 a 3. El conflicto se suscitó tras el pitazo final, cuando los chicos del equipo obereño se dirigieron hacia un lateral para festejar la clasificación.
Los locales, malos perdedores, comenzaron con insultos y agresiones, ante lo cual los pocos policías afectados a la seguridad priorizaron la custodia de los árbitros.
El resto fue una verdadera batalla campal, de lo cual quedó registro en las grabaciones que circulan por redes sociales.
Desde el sector del público volaron piedras y sillas, lo que puso en serio riesgo la integridad de los visitantes, quienes literalmente tuvieron que escapar del estadio.
Ya en Oberá, varios jugadores fueron asistidos en el Hospital Samic con golpes, hematomas y excoriaciones.
Ahora la LROF deberá tomar cartas en el asunto y aplicar la máxima sanción al club de Alem, tanto por los incidentes en sí mismos, como por la pésima seguridad de su estadio.
Desde hace años el fútbol obereño atraviesa una crisis institucional y deportiva que se traduce en la intrascendencia de los resultados competitivos y la carencia de valores que se observó ayer en Alem.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.