El último deseo de Jesusa García fue ser sepultada en una fosa doble junto a su hijo, pero para eso la encargada del cementerio municipal habría exigido 30 mil pesos. Tras el reclamo de la familia ante las autoridades, no tuvieron que abonar. La denuncia fue radicada ante la Seccional Segunda
Algunos de los momentos más sensibles en la vida de las personas están relacionados con el fallecimiento de los seres queridos, algo inevitable, pero siempre triste y doloroso.
En ese contexto, el pasado fin de semana una familia obereña padeció una llamativa situación cuando asistió al cementerio municipal La Piedad para inhumar los restos de quien en vida fuera Jesusa García, fallecida a los 80 años.
Según la denuncia por intento de estafa radicada ante la Seccional Segunda, el deseo de la octogenaria era ser sepultada en la misma fosa doble donde hace dos años inhumaron a su hijo.
“Mi madre falleció el sábado y el domingo fuimos a cementerio con el servicio fúnebre, pero nos encontramos con un inconveniente que nos amargó y complicó muchísimo. La encargada del cementerio pretendía que paguemos 30 mil pesos a un albañil para abrir la fosa doble, sin darnos otra opción”, comentó Isabel F. (43).
En diálogo con este medio, mencionó que en ese momento los familiares no tenían dicho monto, por lo que se ofrecieron ellos mismos para extraer el material, lo que habría sido rechazado por la encargada del lugar.
“Nosotros pagamos la tasa municipal por la fosa doble y nunca nos dijeron que había que pagar para poner el segundo cajón, Además, se supone que el personal del cementerio hace ese trabajo. También nos llamó mucho la atención que le encargada nos dijo que teníamos que llamar a cierto albañil, no podía ser otro”, subrayó.
Sepultada dos veces
Ante la imposibilidad de afrontar los 30 mil pesos solicitados y la intransigencia de la responsable del cementerio, la única opción fue abrir una segunda fosa para inhumar los restos de doña Jesusa.
Al respecto, su hija reconoció que “fue un dolor enorme porque ella quería ser sepultada con mi hermano, pero tampoco podíamos demorar más la sepultura porque ya estábamos ahí”.
Muy disconformes con la situación que habían padecido, el día lunes Isabel y otra hermana se dirigieron a la Municipalidad de Oberá para realizar un reclamo formal.
“Nos atendió el titular del área y nos dijo que la encargada del cementerio no nos podía pedir plata, que eso no corresponde y que iban a investigar el tema. Nos dijo que el personal debe hacer el trabajo sin cobrarles nada a los deudos”, manifestó.
Para ratificar que lo sucedido 24 horas antes era incorrecto, le autorizaron a extraer el féretro de su madre de la tumba y trasladarlo hasta la fosa doble donde descansan los restos de su hijo.
Pero el pasaje de un sector a otro tampoco fue sencillo y los familiares tuvieron que colaborar en el traslado del cajón.
“La tumba de mi madre estaba en el sector 5 y la de mi hermano en el 41, en la otra punta. El lunes, una vez que nos autorizaron el traslado, tuvimos que ayudar a llevar el féretro. Fue todo muy traumático, muy triste. Aparte, quisieron estafarnos. Por eso hicimos la denuncia, para que no le pase a otra gente”, agregó Isabel.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.