La comerciante y concejal Adriana Kosnicki respondió 5 preguntas y la yapa, la nueva sección de Noticias de Acá. Cómo se involucró en la vida pública y los temas que la movilizan. “Dios te usa como su instrumento, y cuando Dios manda, no hay ni un no ni un pero que valga”, señaló
Mayo 2020. La pandemia de coronavirus azolaba al mundo y modificaba hábitos. “Estamos esperando el protocolo que debemos seguir, por el que se van a regir para controlarnos. Por eso además pedimos que nos capaciten, para que podamos aprender al pie de la letra lo que tenemos que hacer para que sea un trabajo conjunto entre municipio y comerciantes”, expresó entonces Adriana Kosnicki en diálogo con los medios.
La comerciante también supo utilizar las redes sociales, como por ejemplo en una ocasión que compartió un video en el que mostraba la forma en que desinfectaba las prendas de su local con una plancha de vapor.
Las restricciones por el covid-19 maltrataron a varios sectores y la obereña fue una de las voces más resonantes del reclamo de los comerciantes locales.
Pujante, comprometida, emprendedora. Su figura ganó protagonismo y se convirtió en referente, lo que derivó en propuestas para involucrarse en la arena política.
El mes pasado asumió como concejal de Oberá por la minoría, necesario contrapeso al oficialismo que ostenta seis de las nueve bancas.
Comerciante, mascotera y ahora en política, Adriana Kosnicki respondió 5 preguntas y la yapa.
¿Cómo surgió tu incursión en cuestiones públicas?
En el 2015, cuando Camem (Cámara de Mujeres Empresarias de Misiones) aterrizó en Oberá fui una de sus socias fundadoras. La idea era ayudar a otras mujeres a empoderarse, y también buscar referentes y mentoras del sector empresarial para poder entablar vínculos y apoyarnos entre nosotras, crecer y aprender.
En el 2016, acompañé como representante obereña el reclamo de los comerciantes de Posadas del artículo 10 de la ley Pymes, donde se reclamaba que en Misiones esto beneficiaría no solo a las empresas, sino que al reducir sus costos operativos e impositivos, también estos beneficios se trasladarían a nuestros consumidores. Todavía seguimos esperando que esto se resuelva, como sabrás.
En la pandemia te involucraste en el reclamo de los comerciantes y luego en temas de seguridad. ¿Pensás que ese protagonismo te posicionó como una figura con potencial político?
En pandemia nos fundíamos, más de 20 colegas cerraron, y creo que fue en la desesperación de que nadie hacía nada por reabrir los comercios que comencé a recorrer la ciudad los días que me tocaban. Salíamos dependiendo el número de terminación de DNI, te acordás. Los días que me tocaba salir, recorría la ciudad y agendaba los números de las vidrieras de los comercios, volvía a mi casa y los llamaba a uno por uno, les explicaba que estábamos armando un grupo de whatsapp para empezar a trabajar en los protocolos, y así nació formalmente el grupo de Comerciantes Autoconvocados de Oberá.
También tuvimos contacto con otros municipios donde se les pasaba los protocolos que íbamos armando y toda la info que caía en nuestras manos.
Luego vinieron temas como el monotributo retroactivo, la imposición de un código fiscal; el incendio de Corrientes, donde participamos activamente donando y llevando donaciones, también la muerte de nuestra colega Gladis Gómez, y ahí las luchas fueron más amplias, porque nos vimos afectados desde distintos lugares y comenzamos a trabajar en temas de seguridad también.
Seguramente todo esto dio trascendencia al trabajo que veníamos haciendo, ya que era política apartidaria en su más pura expresión lo que realizamos con Comerciantes en todos estos años.
Te cuento que no quería entrar en política partidaria porque me decían que “era meter los pies en el barro”. Pero sabés qué pasa, para cambiar las cosas hay que involucrarse, de nada vale quejarse por redes sociales, no lográs absolutamente nada desde ahí.
Yo soy de accionar, me gustan que las cosas se resuelvan, buscar soluciones, y no había otra opción que entrar a la política para eso, lo viví con el tema del Código Fiscal. Es imposible luchar contra los aparatos políticos si no es por medio de la política.
Aparte del PRO, ¿otro partido te ofreció sumarte a sus filas? Y si fue así, ¿qué te inclinó por el PRO?
Sí, me invitaron a participar desde otros espacios políticos, pero no era mi intención hacer política partidaria en ese momento. Cuando me convocan del PRO estaba tan desencantada con la política actual, que charlé previamente con mi familia y amigos, y el apoyo que encontré me animó a que era la decisión correcta y el momento correcto.
Yo soy una mujer de fe, Dani, creo que cuando tenés vocación de servicio, Dios te usa como su instrumento, y cuando Dios manda, no hay ni un no ni un pero que valga.
¿Qué temas tenés como prioridades para el Concejo?
Hay tantos temas. La salud pública es uno, por eso presenté el proyecto de equilibrio poblacional para perros y gatos de castraciones masivas… no una, sino dos veces ya. Estamos en una zona donde los índices de zoonosis y parasitosis son muy elevados, y este problema no afecta sólo a Oberá, sino a toda la provincia de Misiones, por eso busco replicar en toda la provincia este proyecto de castraciones.
La salud mental también es un tema importante, hay mucho tabú en estos temas, y es impresionante como luego de la pandemia esto empeoró, y hay que hablarlo y ponerlo sobre el tapete.
La seguridad, una materia que venimos trabajando hace años como comerciantes, ver que se materialicen algunas cosas ya, y no siga todo en promesas de campañas.
Presenté varios proyectos en este tiempo de gestión, los que no llegué a presentar fueron por falta de luz, por increíble que parezca perdí una mañana entera sin poder trabajar por falta de luz en el Concejo, no tenemos generadores, pero ya lo vamos a solucionar, estoy trabajando en eso justamente ahora.
Vi que tuviste una iniciativa de prevención del suicidio, que es un tema tabú pero de necesario abordaje. ¿Qué te motivó a plantearlo?
Tengo negocio de ropas hace casi 10 años, también tuve una estética y hablé con tantas mujeres, escuché cada historia que te sorprenderías. Y en pandemia hablando con muchos especialistas me comentaban que los casos de depresión y consumo de sustancias de todo tipo empeoraron con el encierro. Y estos datos no son alentadores.
No hay que tener vergüenza de ir al psicólogo, de buscar ayuda o de ir al psiquiatra, hay que estar orgulloso en todo caso, porque ese es un gran paso de amor propio y autocuidado que usted está dando.
También tengo casos en mi familia, y al pasar por estos temas tan sensibles, entiendo que no podemos seguir tirando toda la mugre bajo la alfombra porque empeoramos la situación.
Ya es hora de que hablemos de estos temas, ya es hora de sanar heridas, de buscar ayuda, de saber pedir, porque muchas personas van a estar para ayudar en el camino.
Dios te pone a la gente correcta, y creo que Dios al ponerme en el lugar donde estoy, es mi obligación y deber hablar y trabajar sobre todos estos temas, para poder cuidarnos mejor entre todos, y poder armar también así una buena red de contención ciudadana.
Y la yapa: ¿qué le decís a la gente que dice todos los políticos son corruptos?
Lamentablemente, la clase política dejó mucho que desear durante estos últimos tiempos, muchos que no son corruptos son títeres de otros, y esto hace que pierdan credibilidad ante la gente.
Por eso la gente buena no quiere meterse en política, pero sabes qué… en política hay que ser como las garzas, que están pisando el barro, pero no se ensucian, están impolutas. Creo que si se tienen los valores claros nada te tiene que preocupar, el problema es cuando esos valores fallan.
Yo siempre animo e invito a que la gente participe y se sume, la política bien hecha existe para mejorar la calidad de vida de la gente, y si usted cree que puede aportar es más que bienvenido, yo misma lo recibo con los brazos abiertos en el partido.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.