Sin detenidos por el hecho, hoy se renovó el pedido por justicia por el crimen de la catequista y comerciante. “Que no se detenga la investigación policial y judicial para dar con él o los autores del crimen de Gladis”, remarcó el obispo Damián Bitar
“Desde que te fuiste ya no existen las fiestas, porque es cuando más duele tu ausencia”, expresó Rafaela Gómez haciendo alusión a su hermana Gladis, al cumplirse hoy dos años de su muerte tras ser baleada por motochorros.
Tal lo previsto, se realizó una misa en la Catedral San Antonio para recordar a la catequista y comerciante asesinada a los 39 años en su local de calle Piedrabuena y Paraguay de Oberá. Luego se realizó un encendido de velas en reclamo por justicia por un crimen que sigue impune.
En tal sentido, Rafaela recordó que “durante un año nos dijeron que los culpables estaban presos, pero después los liberaron y hoy nos preguntamos quiénes son los asesinos de Gladis. Por eso el dolor que sentimos aumenta con el pasar del tiempo”.
Previamente, en su homilía el obispo Damián Bitar expresó que “hoy queremos rezar por el eterno descanso de Gladis Gómez y acompañar con la oración y el afecto a su familia a dos años de su muerte en manos de una o de varias personas desquiciadas por la sed insaciable de dinero y muy probablemente por la adicción a las drogas”.
“Hace dos años, ese combo de enfermedad y locura quitó la vida de una joven humilde, trabajadora y catequista que, como enseña Francisco, formó parte de la santidad del pueblo de Dios, la santidad cotidiana, la clase media de la santidad de la que todos podemos formar parte”, agregó.
Comprometido desde minuto cero con el reclamo de justicia, monseñor Bitar rogó “que no haya impunidad” e insistió con “que no se detenga la investigación policial y judicial para dar con él o los autores del crimen de Gladis”.
“Lo reclama y lo necesita la familia, los amigos, los hermanos en la fe y la sociedad toda que sin verdad y justicia se siente desguarnecida y con miedo a ser golpeada y herida de muerte por otros hechos de violencia en manos de asesinos sueltos”, subrayó.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.