Se realizó hoy la primera jornada del juicio oral por el homicidio de Reinaldo Andrade, en El Soberbio. Los ex policías Matías Lohn y Fabio Boges optaron por guardar silencio. Los complican las pericias, como ser que el disparo fatal fue con el arma casi apoyada en la cabeza de la víctima
Ante las abrumadoras pruebas científicas asentadas en el requerimiento de elevación a juicio leído hoy, los ex policías Matías Lohn (27) y Fabio Boges (34) optaron por guardar silencio y se abstuvieron de declarar durante la primera jornada del debate oral por el homicidio de Reinaldo Andrade (37), perpetrado el 13 de noviembre de 2019 en paraje San Ignacio, localidad de El Soberbio.
Entre los elementos más contundentes que avalan la acusación, se destaca la pericia balística realizada por personal de Gendarmería Nacional Argentina (GNA), la cual es concluyente: la víctima fue ejecutada con la pistola de Lohn, que disparó a “menos de diez milímetros” o con el cañón del arma “casi apoyado” en la cabeza de Andrade, según el informe oficial.
De esta forma, se desvirtúa la versión de los imputados respecto a una persecución y supuesto tiroteo. Tampoco se hallaron restos de pólvora en las manos del fallecido ni armas cerca del cadáver o dentro de su coche, el mismo que recibió tres disparos.
Los ex funcionario llegaron a juicio privados de su libertad y afrontan la pena de prisión perpetua. Lohn está imputado por homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad y agravado por el uso de arma de fuego, ya que es señalado como autor material del hecho. A Boges se lo acusa como partícipe necesario del mismo delito.
Ambos se movilizaban en el auto de Lohn, aunque manejaba Boges, quien según la instrucción no hizo nada para evitar el hecho y luego lo encubrió, con la gravedad que ello implica para un funcionario público que está obligado a intervenir a favor de la ley.
Versión desmentida
Según el expediente, el 13 de noviembre del 2019, alrededor de las 17, la comisaría de El Soberbio fue alertada de un incidente en paraje San Ignacio con dos policías implicados.
Ese día, tal como declararon, el entonces oficial subayudante Lohn y el cabo Boges se hallaban en una estación de servicio, pero de franco, momentos en que divisaron y comenzaron a perseguir a un Volkswagen Voyage color gris que supuestamente estaba vinculado al contrabando de cigarrillos.
Afirmaron que en plena persecución se interpuso un Gol conducido por Andrade, quien se hallaba armado con un revólver calibre 38, ante lo cual abrieron fuego.
Pero esa versión fue desmentida por los acompañantes de Andrade: Ricardo Augusto Velozo y Fabián Sievers.
Éstos mencionaron que habían comprado cerveza e iban a ver una chacra que estaba a la venta. En un momento pararon para orinar y sorpresivamente el auto de Andrade fue embestido por el Focus manejado por Boges.
Escucharon estruendos de bala y vieron que Andrade estaba muerto y les recriminaron a los policías por su accionar, aunque no vieron quién lo mató.
Más tarde fueron incautadas las armas reglamentarias de los policías, mientras que en un sector de malezas hallaron un revólver calibre 38 y un pistolón.
Se presume que ésta últimas fueron “plantadas”, ya que ninguno de los vecinos que llegó al lugar en los minutos posteriores al hecho observó ningún arma.
Otro dato clave: las pericias de GNA determinaron que dichas armas no fueron disparadas, lo que descarta un posible enfrentamiento entre Andrade y los policías.
El rol del ex jefe
Este martes declararon los primeros cuatro testigos, pero ninguno fue testigo directo del hecho investigado. Así, se escuchó a Lucas Donatti, ex jefe de Comando Radioeléctrico de El Soberbio y superior inmediato de los acusados.
Ante el Tribunal, Donatti reconoció que después del hecho Boges lo llamó “para decirme que había surgido un problema”, pero negó que durante la supuesta persecución lo hayan puesto al tanto de lo que estaba ocurriendo.
“Estuve activo hasta las 13 y salí de franco, me fui a la casa de un amigo, donde estuve hasta las 16, y luego salí hacia lo de mi cuñado. Cuando estoy llegando a su casa me llama Boges solicitando que me presentara porque había surgido un problema en un procedimiento”, relató.
Y agregó: “Voy con mi auto al lugar y cuando llegué Boges salió a mi encuentro y me dijo que tuvieron un accidente y había una persona sin vida. Quise llamar a la ambulancia, pedir apoyo, pero como no enganché a nadie subí a mi auto y manejé hasta la comisaría para darle aviso al jefe sobre lo que había pasado. Después fui al hospital para requerir una ambulancia y ya estaban al tanto de todo”.
En ese punto entraron en acción los defensores, quienes cuestionaron que Donatti haya dejado la escena ante un hecho tan grave.
Gabriel Miranda, abogado de Boges, insistió hasta que el testigo reconoció que su teléfono tenía señal “y de todas maneras eligió irse del lugar en vez de que seguir probando con su teléfono y quedarse para resguardar la escena, custodiar que nadie extraño intervenga”.
Testigo en la mira
Federico Tilli, abogado de Lohn, cuestionó que cuando volvió les tomó declaración y habló con los acusados, sabiendo que la policía iba a ser apartada de la investigación.
Tilli también pidió que se investigue a Donatti por falso testimonio, ya que ante el Tribunal negó haber sido alertado por Lohn cuando estaba en marcha la supuesta persecución; mientras que durante la etapa de instrucción “dijo que habló con Lohn y que éste le contó que estaban en una estación de servicios e iniciaron una persecución”. A su turno, el fiscal subrogante Rodolfo Cáceres no descartó formalizar la acusación.
En otro tramo, Donatti dijo que Boges lo llamó cerca del mediodía “para contarme que tenían posibles datos sobre un ilícito en el paraje Capín Largo”, y que recién después de consumado el hecho Boges lo volvió a llamar para alertar sobre lo que había ocurrido. “No vi a Lohn, y cuando llegué a la escena Boges salió a mi encuentro”, reiteró.
El ex jefe del Comando de El Soberbio contó que actualmente es comerciante y que dejó la Policía a consecuencia de las repercusiones del homicidio de Andrade, como un traslado que lo alejó de su familia.
Ante una pregunta de los defensores sobre a qué se dedicaba Andrade, el testigo refirió “dichos de pueblo indican que trabajaba con cigarrillos, contrabando”, aunque enseguida aclaró que “no hay evidencia, es lo que se hablaba en el pueblo”.
Una hipótesis
Cuando le pidieron su concepto sobre los acusados, Donatti calificó a Boges como “excelente personal, colaborativo y dedicado a su trabajo”. Contrario a ello, no nombró a Lohn.
Precisamente, ante el Tribunal, el ex oficial sólo pidió “un juicio justo” y pidió disculpas a la familia de la víctima: “No quería que el procedimiento termine así”.
Por otra parte, las defensas de los imputados pretendieron incorporar una nueva prueba: el hallazgo de restos quemados del supuesto Voyage gris que perseguían los policías el día del hecho, lo que fue desestimado por el Tribunal por extemporáneo.
En la lectura de la elevación a juicio también se leyó una declaración de un hermano de la víctima, quien aseguró que los dos policías sospechados tenían fama de armar operativos estando de civil para detener a presuntos contrabandistas y quedarse con la mercadería de manera ilegal. Una hipótesis posible ante el hecho consumado.
El debate continuará hoy, desde las 8.30, ante el Tribunal presidido por Francisco Aguirre, quien es secundado por Horacio Paniagua y Jorge Villalba.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.