Romina Llamosas reside en Panambí con su hijo Emiliano, de 13 años. El chico sufre Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD), Trastornos del Espectro Autista ((TEA) y brotes psicóticos. “Siento que sola no le puedo cuidar más a mi hijo”, reconoció
La angustia domina los días de Romina Llamosas (35), quien desde hace años viene gestionando asistencia para su hijo Emiliano de 13 años que padece una serie de graves patologías que condicionan su vida y la de su familia.
El chico sufre Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD), Trastornos del Espectro Autista ((TEA) y brotes psicóticos.
En ese contexto, contó que el menor tiene arranques de furia donde rompe cualquier cosa que esté a su alcance y se lastima, por lo que su mamá se ve obligada a atarlo.
“Se asfixió en el parto y estuvo meses con respirador”, explicó Romina.
Contó que cría sola a su hijo, ya que el padre -de profesión gendarme- no lo ve desde hace siete años. También tiene una nena de 5, la cual desde hace un año está a cargo de una tía materna porque “es un peligro vivir en mi casa y no la quiero exponer”, reconoció.
Y agregó: “Tengo que atar a mi nene, porque si no rompe todo. Es un peligro”.
Mencionó que Emiliano casi no duerme, tiene un apetito voraz, se arranca los pañales y hace sus necesidades por cualquier lugar de la casa.
“Tiene una fuerza tremenda y mucha ansiedad de comer y tomar. Se arranca los pañales y orina y hace caca por toda la casa. Incluso llegó a comer el pañal. Se golpea contra la pared y destruye todo lo que puede. Rompió los vidrios de la casa, dos teles, de todo”, precisó.
Dolor de madre
Romina y su hijo residen en el kilómetro 7 de la localidad de Panambí. Subsisten con la asignación por discapacidad y una cuota que le deposita el progenitor.
Sin ocultar su preocupación, mencionó que requiere algún tipo de ayuda para poder cuidar mejor a su hijo, al tiempo que no descartó la posibilidad de internarlo en alguna institución especializada.
En tanto, si bien el menor está medicado, indicó que actualmente el tratamiento no sería eficaz porque cada vez se vuelve más incontrolable.
También reclamó que “hace un año la Municipalidad de Panambí se comprometió a gestionar el arreglo de mi casa ante el Iprodha, pero no hicieron nada. Golpee un montón de puertas y no tengo respuesta, y siento que sola no le puedo cuidar más a mi hijo”.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.