El obereño Enzo Iván Rodríguez (26) fue condenado a 22 años de cárcel por el asesinato del profesor y bibliotecario Julio Jesús Espíndola (52), cuyo cadáver fue hallado el 11 de abril del año pasado en la casa de la víctima, en Santo Tomé, Corrientes.
Luego tres jornadas de debate, este lunes el Tribunal Oral Penal de Santo Tomé dio a conocer la sentencia contra Rodríguez como autor material de homicidio simple.
El viernes el ahora condenado reconoció que mató a Espíndola, pero argumentó que lo hizo porque la víctima le habría tocado sus partes íntimas.

Al respecto, Pablo Ordenavía, querellante que representa a la familia de Espíndola, precisó que el acusado indicó que “en un momento determinado, estando uno al lado del otro en la mesa, él (por Espíndola) le toca sus partes íntimas. Ahí Rodríguez reacciona y le da una piña, le rompe el tabique de la nariz, y agarra un hierro, así dice él, y con ese hierro le termina pegando adentro del baño”.
En tanto, consideró que se trata de “una versión bastante inverosímil, pero planteó que estuvo en un estado de emoción violenta, que él fue víctima de abuso sexual a los 13 años por parte del señor Melgar (el encubridor del hurto), y que esa escena de tentativa de tocamiento le había regresado a ese momento”, relató Ordenavía.
El hecho quedó caratulado como “homicidio simple” por el Tribunal y agravado por robo. Carlos Melgar (57), fue responsabilizado por el delito de “encubrimiento de hurto».
Desde un primer momento ambos implicados se vieron acorralados por las pruebas en su contra, como una serie de cámaras de seguridad que siguieron sus pasos desde la casa de la víctima, donde se perpetró el crimen.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.