El implicado tiene 20 años y es estudiante de la facultad de Ingeniería de Oberá. Poseía más de 4.300 imágenes de abuso sexual a menores. Analizan el material para corroborar si produjo parte del mismo, aprovechando que daba clases particulares de matemáticas a menores
El pasado 3 de julio, un intenso movimiento de uniformados sacudió la habitual tranquilidad matutina de un edificio de departamentos de calle Perito Moreno, en el barrio Gunther de Oberá, una zona donde prevalecen los estudiantes que asisten a las facultades de Ingeniería y Arte y Diseño de la Universidad Nacional de Misiones (Unam).
Gendarmes, policías y personal de la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (SAIC) allanaron un departamento de planta baja, procedimiento que fue supervisado por el juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón.
Fue el corolario de poco más de un año de investigación de las actividades de un joven de 20 años, oriundo de Puerto Rico y alumno de la carrera de Ingeniería, en cuyo poder encontraron más de 4.300 archivos con material de abuso sexual infantil.
Desde entonces el implicado permanece detenido en la Seccional Cuarta de Oberá y las pruebas en su contra lo comprometen seriamente, por lo que podría caberle una pena de hasta seis años de cárcel.
Por el momento, el sospechoso afronta cargos por posesión y tráfico de imágenes de abuso sexual infantil, al tiempo que un vocero del caso indicó que tampoco se descarta que haya producido al menos parte de ese material aberrante.
Ocurre que el muchacho, en paralelo a sus estudios universitarios, brindaba clases particulares de matemáticas, tanto a alumnos de primaria como de secundaria, un ámbito propicio para detectar posibles víctimas.
“Daba clases particulares y todo el tiempo se veía entrar a menores. Con todo lo que se sabe ahora, da escalofríos pensar en qué hacían en ese departamento”, confío una vecina.
Cómo lo identificaron
Para dar con el pedófilo fueron claves las herramientas que brinda la última tecnología.
Las pesquisas fueron realizadas por la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales Misiones de Gendarmería Nacional, mediante la utilización del sistema de investigación denominado “Delitos en Internet contra niños: Sistema de protección infantil en línea”, mundialmente conocido por su sigla en inglés ICACCOPS (Internet Crimes Against Children Child On-line Protection System).
“Se trata de una plataforma utilizada para verificar tráfico de material de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en plataformas de intercambio en la web, el cual es utilizada por miles de investigadores en todo el mundo con el objeto de brindar asistencia en este tipo de casos”, comentó una fuente.
Y agregó que “así, luego de más de un año de trabajo, la utilización del sistema aportó las pistas necesarias para identificar los protocolos de internet o IP asociados a los archivos rastreados, lo que permitió direccionar la búsqueda del usuario que era propietario de los mismos y, de esta manera, determinar el posible inmueble desde el cual se traficaba con material prohibido”.
Al momento del allanamiento el sospechoso no opuso resistencia y sus equipos informáticos se hallaban activos, por lo que los especialistas no demoraron en encontrar el material que contenían.
Una segunda etapa de la investigación contempla el exhaustivo análisis de las imágenes, ya que se pretende dilucidad si además de la posesión y tráfico, el estudiante universitario también producía su propio material.
En la zona donde residía hay escuelas primarias y secundarias y brindaba clases particulares de matemáticas, lo que podría haber aprovechado para sus oscuros intereses.
Perfil y encuadre legal
Desde su detención el implicado permanece alojado en la Seccional Cuarta de Oberá. Como es oriundo de Puerto Rico, su madre se instaló en el departamento que ocupaba y todos los días le provee la comida.
Sus vecinos lo calificaron como un chico introvertido que no tenía demasiada relación con los demás habitantes del edificio. Es fanático de los animes y posee varios muñecos del género animado.
Con relación al expediente, si bien hay datos que se mantienen en reserva para no entorpecer la pesquisa que podría derivar en más involucrados, trascendió que los investigadores se sorprendieron al constatar el intenso tráfico de material pedófilo a cargo del acusado.
Respeto a la pena por el delito de tenencia y tráfico de material de abuso infantil, ante la consulta de este medio un abogado del foro local explicó que hasta 2018 se castigaba con penas de seis meses a cuatro años cuando se probaba que el poseedor del material tenía intenciones de compartir o comercializar el mismo.
“Esta cuestión acarreaba diversos problemas probatorios al momento de investigar, ya que era difícil determinar concretamente cuando estábamos frente a una posesión con intención de distribuir”, indicó.
Pero en 2018 la ley fue modificada bajo el número 27436 y establece penas de tres a seis años de prisión al que “produjere, financiare, ofreciere, comerciare, publicare, facilitare, divulgare o distribuyere, por cualquier medio, toda representación de un menor de 18 años dedicado a actividades sexuales”.
Incluso, se castiga con una pena de cuatro meses a un año de cárcel la tenencia simple de material pornográfico, sin importar si se lo posee con intenciones de compartirlo o comercializarlo. En tanto, las escalas penales se elevan cuando la víctima es menor de trece años.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.