No hay horario ni lugar para el delito. Los malvivientes aprovechan el mínimo descuido para quedarse con lo ajeno, no importa que sea plena luz del día en el centro de la ciudad. Así, el sábado un ladrón ingresó por los fondos a una propiedad de calle San Martín, frente a la plaza, y se llevó una garrafa de 10 kilos.
El hecho se produjo a las 8 de la mañana y el delincuente cruzó la plaza con el cilindro al hombro, con total tranquilidad e impunidad.
Los damnificados radicaron la denuncia, al tiempo que aportaron grabaciones del sistema de seguridad por cámaras donde se observa claramente al sinvergüenza.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.