Detalles del accionar del estafador obereño Carlos Alberto Figueroa. Fue detenido el 5 de octubre por varios hechos y el último jueves se sumó otra denuncia en su contra. Su ex mujer contó la pesadilla que fue vivir con él por el consumo y la violencia
El accionar delictivo de Carlos Alberto Figueroa (42) no deja de sorprender por el abanico de modalidades que despliega para estafar a las personas. Sin ir más lejos, permanece detenido desde el 5 de octubre implicado en cuatro denuncias por hurtos y estafas registradas en septiembre.
En tanto, el último jueves le notificaron de otra causa por hechos perpetrados en agosto en perjuicio de un agricultor de Florentino Ameghino. Lo descripto por esta nueva víctima sintetiza el modus operandi de este verdadero estafador serial.
En su denuncia, Edgardo M. (59) relató que el 8 de agosto llegó al taller donde estaba Figueroa con la intención de reparar una pieza de una machimbradora, para lo cual le hizo una primera entrega de 60.000 pesos, a lo que días más tarde sumó 140.000 que supuestamente servirían para cubrir el total de la reparación.
Pero Figueroa puso mil excusas y no arregló la herramienta. Aunque esa no fue la única maniobra fraudulenta contra el colono, quien previamente y sin conocer los antecedentes del falso mecánico le entregó 100.000 pesos por cuatro gomas que nunca aparecieron.
Además, como si lo anteriormente descripto fuera poco, le había dejado su Renault Kangoo para reparar y le dio 120.000 pesos para materiales y mano de obra. De más está decir que tampoco arregló el vehículo, según denunció el damnificado.
Consumo y violencia
Entre las innumerables denuncias contra Carlos Alberto Figueroa se encuentran varias radicadas por su ex concubina y madre de su hija de 6 años.
En diálogo con NDA, la mujer detalló que el acusado le sustrajo plata, vendió sus pertenencias y hasta “llegó a mentir que nuestra hija tenía leucemia para pedir dinero. Es una persona que no tiene ningún tipo de remordimiento, hace cualquier cosa con tal que conseguir lo que quiere”.
La mujer precisó que conoció al citado en 2016 y convivieron varios años, pero “con idas y venidas porque la relación era insostenible, pero como tenemos una hija y él sabe dar lástima, volvía a casa y se quedaba. Y una vez que se metía no se quería ir más y yo tenía que llamar a la Policía”.
“Por ejemplo, en la pandemia me dijo que no tenía a donde ir y se quedó meses. En ese lapso me vendió muebles, electrodomésticos y mi ropa. Como consume, se ponía cada vez más violento y tuve miedo por mi hija. Ahí llegó a un punto en que dije basta del todo”, subrayó.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.