Una recopilación de cuatro denuncias por abuso sexual en perjuicio de criaturas registradas el último año en Oberá, demuestran la existencia de dos criterios para abordar el tema, según el sexo de los protagonistas. Son una abuela y varias madres que no socorrieron a las víctimas cuando pidieron auxilio, aunque eso no implicó ninguna consecuencia penal para ellas
“Si tu papá se entera de lo que dijiste, te va a matar a palos”. Así, según la denuncia, reaccionó una mujer cuando su nieto de 11 años le contó que su papá abusaba de su hermana de 13.
A partir del relato del menor, se reconstruyó que el 20 de octubre vio a su padre acostado sobre su hermana. Fue a contarle a la abuela, que vice cerca, pero en respuesta recibió un reto.
Cuando el volvió a su casa, vio que su hermana salió corriendo de la pieza del papá en ropa interior y entró al baño. Segundos más tardes el hombre le dijo que no pasaba nada, que le estuvo mirando un pie lastimado a la nena.
Al otro día, el chico le contó a una profesora y así el caso salió a la luz. El padre fue detenido, pero la abuela no.
También en octubre, una nena de 11 años le contó a su mamá que el padrastro la violó, aunque la mujer puso la culpa en la chiquita: “Pedile perdón a tu padrastro, cómo vas a decir que abusó de vos, si sos una guainita”, contó que le dijo.
Por suerte, la menor tuvo el respaldo de sus hermanos mayores. Hicieron la denuncia y el sospechoso fue detenido. La madre sigue en libertad.
Malas madres
Ya a mediados de noviembre, también en Oberá, dos menores de 14 y 13 años le contaron a su papá que el padrastro las violaba.
Pero no sólo eso, ya que mencionaron que su madre no desconocía lo que el padrastro les hacía, ya que ellas se lo contaron, aunque la mujer les dijo que mentían y defendió a su pareja.
Ante tremenda situación, el progenitor radicó la denuncia y el padrastro fue preso. La madre no.
En la misma línea se inscribe un caso en el cual fueron víctimas dos hermanitas de 7 y 4 años, las cuales en noviembre del año pasado fueron rescatadas de la casa donde vivían con su mamá por una denuncia por abuso sexual. Por el hecho fueron acusados y están detenidos tres hombres.
Pero la madre, sobre quien pesan antecedentes de dejar a las nenas solas durante horas al cuidado de sus “amigos”, ni siquiera fue imputada.
Vale preguntarse ¿qué habría pasado si las nenas, en vez de vivir con la mamá, hubieran estado a cargo del papá? De mínima, en vez de tres, serían cuatro los presos.
La “perspectiva de género” llegó para quedarse, de eso no hay dudas, como también la impunidad por portación de sexo.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.