Desde diciembre del año pasado no vive nadie en un departamento del barrio Yerbal Viejo de Oberá, por lo que el consumo de agua potable es cero, tal como se desprende de la propia facturación de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo).
En tanto, si bien el inmueble está deshabitado temporalmente, el propietario paga las boletas al día para mantener los servicios, como corresponde.
Así, se podría pensar que al no existir consumo se abona un monto mínimo por mantenimiento. Pero no, porque resulta en los últimos meses tuvo que pagar casi 20 mil pesos con cero gasto de agua.
Más allá de los 7 ítems de “gastos fijos”, incluidos 8.965,68 pesos de “consumo mínimo”, no se entiende por qué en el caso del departamento deshabitado tengan que pagar 19.290,20 pesos en octubre por cero consumo, tal como consta en la factura que acompaña esta crónica.
Pero la paradoja, lo que parece una cargada al sentido común de las personas, es que en el mismo período otra familia consumió siete metros cúbicos y tiene que pagar exactamente igual que aquel que no abrió la canilla: 19.290,20 pesos, factura que también se exhibe acá.
¿Cómo se justifica tal asalto al bolsillo? ¿Será que un fantasma irrumpe por las noches en el departamento abandonado y se baña sin pedir permiso? Todo es posible en el inframundo de la Celo…
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.