Tras el hecho la propia Policía brindó información que después terminaron desmintiendo. Incluso, voceros mediáticos especularon con que el asesinato de Mauricio Miñarro obedecería a deudas de juego. Una total falta de respeto a la víctima y su familia. Distraer, confundir, obstruir… parecería que fue la orden. Hoy son demasiadas dudas y pocas certezas
El 2024 cerró con un hecho policial inédito y gravísimo en la provincia de Misiones. El cabo primero de Policía Mauricio Miñarro (35) fue asesinado a tiros en su lugar de trabajo, la División Infantería de Eldorado, donde estaba de guardia.
Esa es la primera y triste verdad incontrastable: el homicidio de un policía en cumplimiento del deber.
Después, son casi todas dudas, preguntas que hasta ahora no tienen respuestas claras. Para colmo, en las horas posteriores al hecho registrado en la madrugada de ayer, la propia Policía brindó información que después terminaron desmintiendo.
“Desmentimos categóricamente las versiones que sugieren un golpe comando”, expresó el ministro de Gobierno Marcelo Pérez entrada la tarde del lunes, contradiciendo la información suministrada horas antes por la Jefatura.
Incluso, a través voceros mediáticos, llegaron a especular con que el asesinato de Miñarro obedecería a deudas de juego. Una total falta de respeto a la víctima y su familia.
Distraer, confundir, obstruir… parecería que fue la orden, mientras los seres queridos lloraban (y lloran) tan tremenda pérdida.
En primera instancia, las autoridades policiales también indicaron que los autores del hecho robaron 4 armas largas, cuando luego se confirmó que fueron 9, en entre fusiles, ametralladoras, escopetas y una pistola 9 milímetros.
¿Los asaltantes se llevaron ese armamento o faltaba de antes y recién ahora se informó?
“Mauricio era muy honesto, y lamentablemente su honestidad lo llevó a que pasara esto”, opinó una prima de Miñarro en diálogo con la prensa.
Y se sabe: Eldorado es una zona muy caliente del narcotráfico que compra voluntades de todos los bandos.
Cosas que no se dicen
En ese sentido, aunque sin descartar ninguna hipótesis, para la jueza de Instrucción Uno de Eldorado, María Laura Rodríguez, el asesinato del cabo se dio en medio de “un intento de robo de una de las avionetas” que se hallan en Aeroclub local, lindero a la base de Infantería.
De ser así, el policía falleció haciendo su trabajo y debería ser considerado un héroe, más allá de algunos innombrables que quisieron mancharlo cuando su sangre aún estaba fresca en el piso de su base.
Entre tantos horrores de la comunicación oficial, aún no se sabe bien si lo ejecutaron de un tiro en la cabeza, o si fueron dos: en el pecho y un brazo, como intercalan los medios. La autopsia despejará las dudas.
Otra cuestión muy nombrada es que Miñarro estaba de civil, como si fuera una falta gravísima. Lo que la ciudadanía no tiene por qué saber, pero sí la Jefatura y aclararlo, es que los efectivos de Infantería tienen un régimen especial que les permite ponerse ropa cómoda en el momento de descanso de las guardias de 24 horas. Eso está estipulado.
Pero Jefatura no lo aclara y queda como que la víctima estaba poco menos que de joda.
Sí habrá que aclarar por qué estaba solo, aunque en Infantería de Eldorado hace años que tiene poco personal, alrededor de 7, lo que lógicamente limita las guardias.
Lo cierto es que hoy, la causa está caratulada como “homicidio en ocasión de robo”. O sea, habrían querido robar un avión, y un avión no lo roba un ladrón de gallinas. Hace falta la logística de un grupo comando, piloto incluido, aunque esa hipótesis parece que molesta.
Esta noche una familia, muchas familias y camaradas, seguirán llorando la muerte de un ser querido y, sin dudas, haciéndose muchas preguntas.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.