Tras la denuncia radicada ante la Comisaría de la Mujer de Oberá, el departamento de Niñez de la Municipalidad obtuvo una medida de protección para la víctima y su hermanita de 3 años. El acusado fue detenido. Mensajes y audios que también complican a la madre
El compromiso de una profesional que se desempeña en un hogar de día de Oberá posibilitó descorrer el velo sobre el infierno que una pequeña de 5 años padecía a manos de su propio padre, quien fue detenido acusado de abuso sexual con acceso carnal.
Las pruebas del caso son contundentes y apuntan a la madre como posible cómplice o encubridora. Incluso, mediante mensajes de texto y de voz, la mujer brindó detalles aberrantes que la complican a ella y su esposo.
Tras la denuncia radicada ante la Comisaría de la Mujer, el departamento de Niñez de la Municipalidad obtuvo una medida de protección para la víctima y su hermanita de 3 años, las cuales quedaron en resguardo de una institución.
El acusado fue identificado como Dionicio Oscar F. (47), quien fue detenido por orden judicial, no así su esposa, la cual por el momento continúa libre.
El caso salió a la luz ayer, cuando a primera hora de la mañana una profesional que se desempeña en un hogar de día recibió mensajes de texto de la mamá de la chiquita 5 años.
En primera instancia la mujer solicitó que le pregunte a su hija si le dolía “adentro de su cuerpo”. Ante ello, la encargada le pidió que fuera más específica y la progenitora respondió que le consulte “si le duele su vagina”.
“Él le metió algo”
Ese fue la alerta que encendió todas las alarmas institucionales. La profesional informó la situación a sus superiores y se dio intervención al departamento de Niñez.
La encargada volvió a contactarse con la madre de la pequeña y le preguntó por qué creía que a su hija le dolían sus partes íntimas, a lo que la mujer le envió un audio explicando que la noche anterior la niña durmió en la misma cama con sus padres, que el hombre había tomado alcohol y en un momento de la noche “se confundió”, reconociendo que violó a la chiquita.
“Mi marido se confundió, me buscaba a mí”, argumentó, en un intento por justificar el abuso. Asimismo, reconoció que escuchó que la criatura se quejó: “Dijo ay”, por lo que mencionó que “él le metió algo”, danto por hecho la acusación. Aberrante. Incalificable.
La profesional que radicó la denuncia también aportó la existencia de indicadores de abuso sexual, puesto que la nena posee trastornos en el lenguaje, su comportamiento demuestra temor hacia los hombres, es muy introvertida, se hace sus necesidades encima y no está escolarizada, entre otras cuestiones.
Además de la detención del sospechoso, la Policía secuestró las sábanas de la cama donde durmió la nena y sus prendas de vestir, elementos que serán peritados en busca de rastros genéticos que podrían ser importantes para la causa que se tramita ante el Juzgado de Instrucción Uno.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.