Marcelo “Nanico” Muller está acusado del abuso y homicidio de Fabiana Sirino, de 8 años. Tras una serie de pericias realizadas por el Cuerpo Médico Forense de Oberá, se confirmó que el sospechoso no está loco y comprende la criminalidad de sus actos
El pasado 15 de noviembre, en la localidad de 25 de Mayo, se registró uno de los hechos criminales más aberrantes de las últimas décadas en Misiones. Fabiana Sirino, de 8 años, fue atacada sexualmente y asesinada a puñaladas cuando volvía de la escuela.
Herida de muerte, la propia víctima identificó a su agresor: “Fue Nanico, fue Nanico…”, repitió en el lugar del hecho y después en la ambulancia que la trasladó hasta el Hospital de Oberá, donde falleció.
Esos dichos, más otros indicios, encarrilaron la investigación hacia Marcelo Muller (34), vecino de la chiquita, quien fue detenido a las pocas horas.
En tanto, tras una serie de pericias realizadas por profesionales de Cuerpo Médico Forense de Oberá, se confirmó que el sospechoso no está loco y comprende la criminalidad de sus actos.
En consecuencia, el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá dispuso la formalidad de la prisión preventiva del imputado.
Caso atroz
De las 13 puñaladas que padeció la pequeña Fabiana, un corte en la garganta fue la herida mortal. A pesar de ello, la chiquita tuvo una increíble fortaleza y pudo brindar la identidad del sospechoso.
Así, se pudo reconstruir los instantes previos al ataque sexual del pasado 15 de noviembre en el barrio Paraíso, de la localidad de 25 de Mayo.
Esa tarde, la nena regresaba a pie desde la Escuela 616 y, como siempre hacía, tomó un trillo para cortar camino hasta su casa. A diario volvía con otros chicos, pero la maldita fatalidad se cruzó en su vida y esta vez -la última- caminaba sola.
“Nanico me corrió con un cuchillo, yo corrí, corrí pero me alcanzó…”, llegó a contar la inocente. Si bien padeció 13 heridas cortopunzantes, el corte en el cuello le produjo una hemorragia que hizo irreversible su cuadro.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
