El abogado y presidente de OTC Sergio Feversani respondió 5 preguntas y la yapa. Detalles del manejo de un club que es ejemplo en la región y críticas al gobierno de Milei: “Hoy el ajuste lo está pagando la misma gente que lo pagó siempre: la clase media baja”
En la historia del Oberá Tenis Club (OTC), fundado el 17 de enero de 1940, hubo grandes gestiones que hicieron crecer a la institución y otras lamentables que no dejaron nada. Entre las primeras, las que se recordarán para bien, sobresale la actual comisión presidida por Sergio Feversani, quien asumió a mediados de 2018.
En ese momento el club venía de mandatos algo más que cuestionados, con deudas y complicaciones en el día a día. Incluso, estaba en duda la participación en la Liga Argentina de básquet.
Entonces se puso en marcha un proceso de saneamiento que avanzó en lo edilicio y deportivo que hoy, a cinco años y medio de la asunción de Feversani, posiciona al OTC como un club modelo en la provincia y la región.
Basta con ver las obras que se hicieron y no paran, aún en un tiempo tan complejo como el actual, mientras afronta su cuarta temporada en la Liga Nacional de básquet, lo que lo posiciona como el más club encumbrado de la provincia en el ámbito deportivo nacional.
Abogado, padre de dos hijos, hincha de River: Sergio Feversani respondió 5 preguntas y la yapa.
El dirigente deportivo que se precie, más a este nivel ¿tiene que poner plata de su bolsillo?
No queda otra. Poner o rebuscarte para que te ayude alguien que ponga. Esto es permanente gestión, es todos los días. Y tan mal no estamos haciendo las cosas porque hay sponsors que te llaman para preguntarte si necesitás algo más.
Si bien el plantel de OTC hoy no tiene estrellas, imagino que no debe ser fácil lidiar con los egos de jugadores profesionales…
Lo que pasa que esto no deja de ser una empresa y no deja de ser un negocio para los jugadores y para el club, porque el club vive de esto. Entonces siempre hay egos, hay celos. Nosotros en general no tuvimos grandes problemas porque los jugadores están bien y cobran al día. Incluso nos pasó que había jugadores que no se querían ir.
Por mi parte, aprendí a no encariñarme, porque me pasó con un par de chicos con los cuales se generó un vínculo y fue difícil cuando se fueron. Por eso, si bien esto como una gran familia, no deja de ser un negocio.
Esta es la tercera temporada que dirige Fabio Demti. ¿Es el mejor técnico de tu gestión?
Cada uno nos dio algo. Arrancamos con Ale Kuperman, que nos ayudó sobre todo en la parte emocional. Éramos nuevos y estábamos mi cuñado y yo en ese momento. Ale lo trajo a Marcos Figuerero, que nos armó todo el proyecto de formativas.
Después vino Leo Hiriart que nos dio un salto de calidad tremendo porque tuvo dos grandes logros: el Súper 4 de la Liga Argentina que nos catapultó y mantener la categoría en Liga Nacional.
Después vino Fabio y nos dio muchas cosas. Es un técnico con el que podés hablar, que tiene los pies sobre la tierra y buen trato, más allá de todo lo que sabe de básquet. No sólo nos hizo crecer, sino que todos los técnicos que trabajan acá se nutren con sus conocimientos.
Todavía algunos dicen que el club se mantiene con la plata del gobierno. ¿Qué decías al respecto?
Es un mito que se generó quizá de otras épocas, pero yo puedo hablar por mi gestión. Cuando nosotros arrancamos, (Rafael) Morgenstern era el ministro de Deportes y la exigencia fue que teníamos que juntar el 50 por ciento del presupuesto del básquet y la provincia aportaba el otro 50.
Cada año el aporte provincial fue menor y el último convenio, de mediados del año pasado, el dinero que pedimos era el 10 por ciento del presupuesto, que hoy, con todas las subas, no sé si llegaría al 5 por ciento.
Pero hasta el momento no nos cumplieron y la verdad que ya no contamos con ese dinero. Sé que hoy el gobierno tiene otras prioridades, cuestiones de emergencia por la crisis económica. Pero lo cierto es que sin apoyo de la provincia estamos con las cuentas al día.
Tuviste participación en la política partidaria, ¿es algo que te sigue interesando a futuro?
Creo que cuando uno hace algo más o menos bien, hay que dejar que lo siga haciendo. En el club tenemos un gran grupo de trabajo y estoy muy feliz con lo que hacemos, más allá que esto te saca canas verdes (risas). Por eso meterme en algo que hoy está tan complicado… me parece que hay otras formas de ayudar.
Creo que hay maneras de ayudar desde las organizaciones intermedias, como por ejemplo el club. Pero ya no estoy con muchas ganas de meterme en la lucha por un cargo político. Me desilusioné mucho con ciertas cuestiones políticas y con muchos políticos. Yo entiendo la política como una forma de ayudar o tratar de hacer algo por los demás.
Y la yapa: ¿cómo analizás este momento del país?
Es muy difícil plantear un panorama cierto cuando ves que la gente que está en el gobierno no tiene un plan. Quien hoy es presidente tomó medias muy en contra de lo que decía, prometió una cosa, pero hoy el ajuste lo está pagando la misma gente que lo pagó siempre: la clase media baja.
Las medidas que tomó son totalmente contrarias a los intereses de los trabajadores y se viene una crisis importante porque está la amenaza de que si no le aprueban el DNU y la ley ómnibus, será terrible.
Pero yo creo que igual será terrible porque todos los precios ya aumentaron y seguirán aumentando porque el dólar oficial seguramente seguirá subiendo, la nafta tienen que subir un 30% y eso generará más inflación y una bola de nieve irrefrenable. Por eso el panorama no es favorable, pero ojalá lo sepan encausar.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.