«Hay evidencias científicas que determinan fehacientemente que el disparo fue a corta distancia», subrayó José Agustín Miranda, perito a cargo del área de Criminalística y Estudios Forenses de Gendarmería. Duro revés para los acusados Matías Lohn y Fabio Boges
Un patólogo forense y cuatro peritos de Gendarmería Nacional declararon este jueves en la causa por el homicidio de Reinaldo Andrade (37) y afianzaron la «proximidad de disparo», lo que no hizo más que complicar la situación de los ex policías Matías Lohn (27) y Fabio Boges (34).
Andrade fue asesinado el 13 de noviembre de 2019 en paraje San Ignacio, localidad de El Soberbio. Si bien desde el inicio los acusados argumentaron que se trató de una persecución y posteriores disparos en defensa propia, hasta el momento la principal hipótesis de la justicia es que la víctima fue ejecutada con el arma casi apoyada en la cabeza.
En ese marco, el comandante de Gendarmería José Agustín Miranda, perito a cargo del área de Criminalística y Estudios Forenses de la fuerza federal que intervino en la reconstrucción del hecho, indicó que el “disparo fue a corta distancia».
«Hay evidencias científicas que determinan fehacientemente que el disparo fue a corta distancia y las pericias balísticas determinaron que el arma utilizada fue la de Lohn, aunque no pudimos precisar la trayectoria del disparo ni donde se produjo», aclaró.
Herida fatal
También declaró el médico patólogo posadeño y ex perito del Cuerpo Médico Forense, Juan Antonio Galuppo, quien realizó el estudio para detectar vestigios de pólvora en los bordes del orificio de entrada que tenía la víctima en su cabeza.
Explicó que la pericia se hizo con una muestra de tejido enviada a su laboratorio por el forense Carlos Wolhein -quien realizó la autopsia- y confirmó que halló en el área estudiada «granos de pólvora no deflagrada, que no explosionó», lo que, a su criterio, se relaciona con la proximidad del disparo.
«Leyendo el informe de autopsia se describe que hay ahumamiento y hasta halo de quemadura, todos son indicadores de proximidad», dijo.
Recursos defensivos
En tanto, los defensores de Lohn, Hugo Zapana y Federico Tilli, como también el abogado de Boges, Gabriel Miranda, atacaron dos cuestiones: la proximidad del disparo y la cadena de custodia de la evidencia, dando a entender sospechas de manipulación de la prueba.
Ante lo último, Galuppo fue categórico: “No tengo dudas de que se mantuvo el procedimiento de la cadena de custodia”.
Zapana, avezado hombre de leyes, avanzó en cuestiones técnicas sobre mecánica y consecuencias de un disparo en el cuero cabelludo, y la respuesta de Galuppo ratificó la cercanía “de la boca de fuego con el cuerpo».
La pregunta del abogado tuvo relación con lo declarado por Wolhein, el médico forense, quien en la segunda audiencia indicó que el orificio de entrada del proyectil «tenía bordes bien definidos», y que en paralelo observó «elementos compatibles con un disparo a corta distancia».
Tras la interpelación del abogado Miranda, Galuppo volvió a confirmar que en el análisis microscópico halló «presencia de granos de pólvora no deflagrados», y que al igual que los hallazgos del forense Wolhein «marca una lesión de proximidad». El debate continuará el martes.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.