La catequista y comerciante obereña falleció el 13 de marzo de 2022, tras once días de agonía luego de ser asaltada y baleada por motochorros. Elías Emanuel Ferreira confirmó que el día del hecho estaba en Oberá, aunque negó cualquier responsabilidad en el crimen
Tras el sobreseimiento definitivo de los dos sospechosos iniciales por el homicidio de la catequista y comerciante Gladis Gómez (39), la investigación se centra en Elías Emanuel Ferreira (32), quien fue detenido el pasado 20 de marzo en la localidad de Grand Bourg, partido de Malvinas Argentinas, provincia de Buenos Aires.
El 5 de abril arribó a Oberá bajo una fuerte custodia policial y el 17 del mismo mes compareció ante el juez de Instrucción Uno de Oberá, Pedro Piriz, ocasión en la que declaró y se despegó el hecho.
El sospechoso confirmó que el día del hecho estaba en Oberá, aunque argumentó que en el horario del crimen se hallaba en la casa de una prima, donde se alojaba.
Obereño de nacimiento, precisó que años atrás se mudó a Buenos Aires con su mujer, también de Oberá, para dedicarse a la construcción.
Mencionó que permaneció en la ciudad desde el 7 de enero hasta el 14 de marzo de 2022, justo un día después del deceso de Gómez, quien falleció luego de once días de agonía.
En tanto, solicitó un careo con Adrián R., el testigo que lo implicó en el hecho. Es más, aseguró que “se le escapó el tiro”, es decir, lo ubicó con el autor material.
Asimismo, vale mencionar que, además de acusar a Ferreira, el citado también implicó a Mario Antonio A. (28), uno de los primeros dos sospechosos junto a Santiago Miguel S. (27).
De todas formas, los dos últimos fueron sobreseídos definitivamente del expediente tras permanecer un año tras las rejas.
Negó todo
Respeto a la declaración del único imputado por el homicidio de Gladis Gómez, el mismo reconoció que el 7 de enero 2022 llegó a Oberá de vacaciones y estuvo visitante familiares.
Además, comentó que un concuñado de nombre Miguel le ofreció trabajo en construcción, lo que aceptó.
Cuando le preguntaron por el hecho en perjuicio de Gómez, registrado el 2 de marzo de 2022, fue preciso: “(…) a las 6 de la mañana me fui a trabajar como todos los días, y a la tarde llegué a las 19.20, aproximadamente, a la casa de mi prima Lucia A., yo estaba viviendo ahí con ella, en calle 25 de Mayo al final, porque había tenido una discusión con mi señora por una problema con una solicitud de Facebook”.
Según se cita en su declaración, una vez en la casa “tomé unos mates y me acosté a dormir para no discutir con mi señora. Me despertaron como a las 21 o 21.30 para cenar, me acosté a dormir de nuevo y al otro día me desperté a las 6 para ir a trabajar, a la tarde volví y ya se había solucionado todo con mi señora y seguí trabajando normalmente”.
Explicó que trabajaba en un country de Picada Sarmiento, límite con Guaraní. Dijo que iba en colectivo y que a veces volvía con su patrón, de nombre Sergio o Sebastián.
Cuando le preguntaron si conocía a Mario A., también nombrado por el testigo estrella, indicó que “sí, porque vivía en el barrio de él antes. Lo conozco de jugar a la pelota de chicos”.
En cuando a Miguel S., el otro sobreseído, detalló “lo conocí en la casa de mi suegro y le pregunté si me podía conseguir trabajo y me dijo que iba a hablar con el patrón. A veces trabajábamos juntos en un galpón, a unos 200 metros después del local del baile Sertanejo, como yendo para el kilómetro 8”.
Pidió un careo
En otro punto le consultaron por la movilidad que usaba Miguel S., ya que el testigo indicó que usaron su moto para perpetrar el asalto a la catequista.
“Él tenía una motito 110 cc de color negro”, señaló, al tiempo que descartó haber pedido prestada la motocicleta: “No para nada. Ni tengo licencia”.
Precisó que el 14 de marzo de 2022 viajó de regreso a Buenos Aires “porque tenía trabajo y familia allá. Viajé con mi señora”.
También le preguntaron quién le mandó la solicitud de amistad por Facebook que generó la discusión con su mujer, ante lo cual respondió que se llamaba María, pero no recordaba el apellido, y que además ya dejó de usar Facebook.
Por su parte, el defensor particular Javier Gómez le consultó sobre su horario laboral: “Era construcción yo soy oficial albañil y el horario era de 7 a 11 de la mañana, pero yo laburaba hasta las 13 porque hacia horas extras, parábamos a comer y arrancaba nuevamente de 14 a 18 aproximadamente”.
Ante otra pregunta de su abogado, afirmó que desconocía que pesaba sobre sí un pedido de captura emanado desde el juzgado obereño.
“En realidad no sabía que tenía pedido de captura porque nadie me notifico a mí”, indicó, luego solicitó “un careo con las personas que me nombró, Adrián R.”.
El caso
La noche del 2 de marzo de 2022, Gladis Gómez fue asaltada en su local de calle Piedrabuena y Paraguay por dos motochorros, uno de los cuales le disparó.
A consecuencia de un impacto de bala en la cabeza, la víctima agonizó durante once días en el Hospital Samic de Oberá, donde finalmente falleció el 13 de marzo.
En tanto, con la detención de Ferreira resta identificar al segundo implicado en el crimen, ya que antes de entrar en shock la víctima contó que fueron dos los delincuentes.
Con relación al detenido en Buenos Aires, el testigo Adrián R. declaró que “una noche, ya había ocurrido el hecho, eran tipo la una o dos de la madrugada vino a mi domicilio Marito A., me pidió un vaso de agua estaba medio afligido, me estuvo comentando un tema sobre un robo, me dijo que él hizo punta, estuvo manejando la moto y el que bajo a robar fue Elías, y que el 32 que tenían era sensible el gatillo. Elías le quiso asustar a la señora y se le escapo el tiro”.
Dicha testimonial data del 19 de septiembre de 2022, cuando ya había transcurrido medio año del hecho por el cual había dos detenidos, instancia en que el citado testigo sumó un tercer sospechoso, y no sólo eso, ya que lo posición como el auto material del disparo que le costó la vida a la víctima.
De todas formas, en ese momento la investigación se centró en los dos apresados y no avanzó hacia el nombrado Ferreira.
Tatuaje en veremos
En la indagatoria, Adrián R, reconoció que los jefes policiales de entonces “me pusieron presión” porque conocían de sus propios antecedentes penales.
“Los jefes saben que tengo antecedentes por intento de homicidio. Dos tengo, uno con arma de fuego y otro con arma blanca. Por el tema de las armas me fueron a buscar y hacia cuatro meses que había vuelto de Rosario”, indicó en sede judicial.
Y agregó: “Estuve con los dos jefes de la de la Unidad Regional a los tres días que había pasado el hecho, me pusieron presión por Marito por un video que tenían de las cámaras de seguridad (…) Me preguntaron por un tatuaje de un trébol en el cuello, y que era porteño y se me vino Elías, tiene ese tatuaje, yo vi, y el andaba por la zona”, señaló.
Respecto al tatuaje en el cuello, un vocero del caso indicó que Ferreira no tendría dicha marca, aunque será evaluado por el cuerpo médico forense para obtener precisiones. Se trata de una pericia que podría ser clave.
Por otra parte, desde un primer momento las defensas de los primeros implicados cuestionaron la instrucción y las supuestas llamadas anónimas que direccionaron la investigación policial hacia los dos sospechosos que luego fueron sobreseídos.
Rastros digitales y asignación universal
Elías Emanuel Ferreira fue detenido el pasado 20 de marzo cuando llegó a un cajero a cobrar la asignación universal de sus hijos. El operativo estuvo a cargo de la División Capturas y Prófugos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
El pedido de detención fue elevado en septiembre del año pasado por parte del juez Pedro Piriz a partir de las pruebas reunidas por personal de la División Investigaciones de la UR II.
En consecuencia, se logró establecer que el implicado residía en Malvinas Argentinas con su concubina y dos hijos y que eran beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH). También hicieron un seguimiento de las tarjetas SUBE de la pareja.
Asimismo, solicitaron informes al Banco Nación y obtuvieron registros de las extracciones, al tiempo que realizaron un seguimiento a través de las cámaras de seguridad de los cajeros que siempre utilizaban.
A ese dato sumaron un segundo que resultó clave: el día de cobro de la AUH, ante lo cual tendieron un operativo encubierto que resultó exitoso.
Los efectivos se ubicaron en inmediaciones del cajero de calles Callao y Bouchard, donde alrededor de las 12.40 arribó el sospechoso y fue detenido.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.