Serían alrededor de 50 los policías que se dedican a cuidar exclusivamente al mandamás de la Renovación, a su familia y propiedades. Mucho privilegio en beneficio propio, cuando a diario el ciudadano común afronta la inseguridad como puede. Pero para Rovira parece que la cosa pública es cosa suya
Docentes autoconvocados marcharon esta tarde y se manifestaron frente a la casa del diputado provincial Carlos Rovira, “conductor” de la Renovación, el partido que desde hace más de dos décadas gobierna en la provincia de Misiones.
Más allá del reclamo puntual y gracias a los videos que circulan, la movida de este sábado permitió apreciar la magnitud de la mansión de Rovira, más propia del heredero de un imperio multimillonario que de una persona que siempre se desempeñó en la función pública.
Otra cosa que quedó en evidencia es el poder de la custodia policial de la que disponen el conductor y su familia. Porque no es que el hombre paga un servicio de seguridad privada o un adicional a la Policía, como lo hacen empresarios, por ejemplo.
No, nada que ver. Rovira, como otros funcionarios, tienen el beneficio de ocupar personal de las filas de la Policía de Misiones para su propia custodia personal.
Según estimaciones, serían alrededor de 50 los policías que se dedican a cuidar exclusivamente al mandamás de la Renovación, a su familia y propiedades. Muchos recursos en beneficio propio.
Todo con la nuestra
Demasiados privilegios, sobre todo cuando a diario el ciudadano común afronta la inseguridad como puede, con comisarías donde falta personal, móviles y hasta combustible. Pero para Rovira parece que la cosa pública es cosa suya. El ejercicio del poder en beneficio propio.
Para darle un paraguas oficial al tema, en el organigrama de la Policía de Misiones existe una división denominada “Mandatarios y dignatarios”, la cual provee el personal para autoridades que requieren custodia.
Pongamos por caso el gobernador, perfecto, porque su rol y exposición requieren que lo cuiden. Pero Rovira es hoy un diputado más del montón.
Conocedores del tema estiman que son entre 300 y 400 los policías afectados a la división Mandatarios y Dignatarios en toda la provincia. Y ahí entra el acomodo, el amiguismo, la tranza.
Claro que esos policías también son privilegiados y parece que ascienden medio todos los años. Por eso, claro, tampoco están en el acampe, no reclaman nada y, si hace falta, meten palo.
No quieren perder los beneficios. Los niñeros de la casta política misionera. Todo con la nuestra, como siempre.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.