La manifestación de los docentes ayer generó un cimbronazo en la autoestima del mandamás de la renovación. Este domingo su custodia habría implementado un bloqueo de las calles aledañas para controlar el acceso al barrio. La movida implicó una logística casi paramilitar, con varias camionetas y combis sin identificar
Este domingo circularon fotos y videos de calles bloqueadas en el barrio El Laurel, de Posadas, lo que muchos usuarios adjudicaron a un operativo de seguridad para proteger al diputado provincial Carlos Rovira.
Se trataría de una derivación de la movilización de docentes autoconvocados que ayer se manifestaron frente a la mansión del conductor del partido Renovador de la Concordia.
En el lugar, los trabajadores de la educación fueron contenidos por personal de civil de la Policía de Misiones que se desempeña como una tropa privada de Rovira. Para reforzar el operativo también fue convocado el cuerpo de Infantería.
Los cánticos, bombos y bocinas alteraron la habitual tranquilidad del coqueto barrio El Laurel, un verdadero balcón al Paraná donde residen familias acaudaladas.
Lo cierto es que la manifestación generó un cimbronazo en la autoestima del mandamás de la renovación, poco acostumbrado al roce con la plebe y siempre muy bien custodiado.
El sacudón fue tal, que este domingo su custodia habría implementado un bloqueo de las calles aledañas para controlar el acceso al barrio. Lo llamativo del caso fue la utilización de personal y vehículos sin identificar, como si el patrón fuera el dueño del barrio.
La movida implicó una logística casi paramilitar, con varias camionetas y combis, lo que significa importantes recursos.
¿Será que algún fiscal intervendrá de oficio para investigar? Porque si denunciaron el bloqueo de la avenida Uruguay, por qué no el piquete de hoy en El Laurel.
El ministro de Gobierno Marcelo Pérez, insistente con las denuncias por los patrulleros estacionados en el acampe de los policías, ¿impulsará alguna acción para conocer la procedencia de los vehículos usados por la custodia del jefe?
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.