El obereño José Mrakava -ex piloto del automovilismo provincial, ex empleado de la Celo, ex sindicalista y hasta ex candidato a intendente de Oberá- está siendo juzgado y este viernes confesó que se dedicaba a organizar y financiar una banda dedicada al narcotráfico. Sólo queda saber cuántos años de cárcel deberá purgar. El fin de la impunidad de uno que se creyó intocable
En el segundo día del juicio oral contra el obereño José Alberto Mrakava (52) por organizar y financiar una banda dedicada al narcotráfico, el acusado se dirigió al Tribunal y confesó: «Asumo la culpa y pido disculpas por todos los hechos cometidos. Me hago responsable de todos los hechos acusados».
De esta forma, al reconocer que es un delincuente, se suspendió la ronda de testigos y sólo resta escuchar los alegatos y la sentencia, prevista para el próximo 6 de abril. Difícilmente la condena compense el daño que hizo vendiendo droga a tantos jóvenes.
El juicio se realiza en el Tribunal Oral Federal de Posadas, donde esta mañana el ex piloto del automovilismo provincial y empleado de alta jerarquía de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo) cambió de estrategia, declaró y reconoció su culpabilidad.
Con la confesión de Mrakava, su condena es un hecho y ahora la expectativa se centra en el monto de pena a cumplir en prisión que solicitará la fiscalía.
Ayer, en tanto, la esposa del imputado protagonizó un altercado con algunos trabajadores de prensa que cubren el debate oral, a quienes cuestionó por qué sacaban fotos, muestra de la soberbia con que siempre se manejaron en Oberá, creyendo que la impunidad sería eterna.
La acusación
En la misma causa fueron imputados el también obereño José Alberto Laurencio y Daniel Alberto Esquivel, quienes previamente reconocieron sus culpas en un juicio abreviado, sin la exposición pública que significa un debate oral.
Mrakava está imputado por los delitos de “organización y financiación para el tráfico de estupefacientes, agravado por el número de integrantes, en concurso real con el delito de falsificación de sellos”.
Al implicado llegó a juicio y ahora reconoció que se dedicaba a gestionar todos los medios necesarios para concretar operaciones de tráfico de estupefacientes, tareas que iban desde conseguir la marihuana proveniente de Paraguay hasta facilitar lugares de acopio, vehículos de transporte y choferes para los viajes.
La investigación en su contra comenzó en noviembre de 2018, tras el secuestro de un camión abandonado a la vera de la ruta nacional 12 con casi seis toneladas de marihuana en su interior, aunque a la banda completa se le atribuyen tres cargamentos que alcanzan las trece toneladas.
Los agentes de la Prefectura Naval Argentina (PNA) comenzaron a investigar y establecieron que el rodado estaba a nombre de un santiagueño y que otro vehículo propiedad de la misma persona se encontraba en manos de Mrakava, aunque luego se comprobó que las documentaciones vehiculares eran falsas.
Dólares y armas
En la causa también se realizaron escuchas telefónicas al obereño, procedimiento mediante el cual los pesquisas detectaron conversaciones suyas con los otros dos acusados, como así también con choferes y con supuestos proveedores paraguayos identificados como “Morocho”, “Pome” y “Jorge”, a quienes incluso entregó vehículos como parte de pago para algunas transacciones.
Fue así que en mayo de 2019 los investigadores irrumpieron en su domicilio del barrio Villa Ruff de Oberá, donde detuvieron a Mrakava pero además secuestraron 330.000 dólares y siete armas fuego, lo cual derivó en la apertura de otras dos causas paralelas por delitos de lavado de activos y acopio de armas. La primera continúa en etapa de instrucción, mientras que la otra ya fue elevada a juicio.
Tras ese operativo, el ex piloto, ex empleado de la Celo, ex sindicalista y hasta ex candidato a intendente de Oberá permaneció dos meses detenido hasta que obtuvo la excarcelación, pero en junio de 2022 volvió a ser arrestado por la causa de narcotráfico que ahora es ventilado en debate oral.
El imputado está alojado en la cárcel federal de Candelaria y es defendido por un cotizado buffet de abogados encabezados por Juan Grimberg, quien patrocinó a Julio Diego Torales, ex policía bonaerense condenado por torturas impartidas contra Luciano Arruga cuatro meses antes de su desaparición en 2009 en Buenos Aires.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.