Desde hace diez días, Julio Z. permanece internado por fractura de cadera y pérdida parcial de la memoria. La madruga del 29 de septiembre concurrió a la bailanta Sertanejo, de Guaraní, donde resultó lesionado. “Lo único que queremos es saber qué pasó, no acusamos a nadie, pero hay cosas que no cierran”, señaló la hija de la víctima
Los familiares de Julio Z. (49) buscan datos que permitan esclarecer lo que sucedió en la madrugada del domingo 29 de septiembre en el interior de la bailanta Sertanejo, sobre ruta Nacional 14, localidad de Guaraní.
El hombre llegó en su auto con un amigo y se encontraba en buen estado de salud, pero horas más tarde terminó internado en el Hospital Samic de Oberá con fractura de cadera y pérdida parcial de memoria, por lo que sólo tiene flashes de lo que sucedió aquella madrugada.
En consecuencia, hace diez días que permanece internado en recuperación y a la espera de una prótesis para la cadera.
Por otra parte, desde un primer momento su familia salió en busca de respuestas que clarifiquen cómo se lesionó tan gravemente.
“Lo primero que hice fue pedir las grabaciones de las cámaras de seguridad de la bailanta, pero el dueño me mostró unas que no son de mi papá. No sé si esconden algo o qué pasa. En la comisaría de Guaraní la jefa puso mil excusas y no me quiso tomar la denuncia, por lo que recurrí a la fiscalía”, detalló Ana Z.
Precisamente, el pasado 3 de octubre radicó la correspondiente denuncia ante la Fiscalía de Instrucción Dos de Oberá. Entre las medidas de prueba se prevé la citación de un amigo de la víctima y otros testigos.
Muchas dudas
Según reconstruyó Ana Z., su padre y su amigo Daniel R. llegaron a la bailanta alrededor de la 1 del 29 de septiembre, donde permanecieron un par de horas hasta que Julio Z. le dijo a su acompañante que no se sentía bien.
“A eso de las 3, le avisó al amigo que se iba porque no se sentía bien, estaba débil y con dolor de piernas. El amigo me comentó que en eso sintió un ruido y vio a mi papá caído, fue a ayudarlo y uno de los policías (identificado en la denuncia) del lugar lo sacó al amigo afuera del salón y le pegó una patada. En eso vio a mi papá tirado afuera y gritando de dolor”, relató la hija, al tiempo que agregó: “El amigo no vio si le pegaron a mi papá”.
Tal como consta en la denuncia, el amigo y otra persona ayudaron a Julio Z. a subirse a su auto y se quedaron un rato en el interior.
Según Ana Z., como su progenitor “no se despertaba el amigo se fue y recién al mediodía mi papá le pidió a un pariente que lo vaya a buscar porque no podía caminar ni tenía las llaves del auto”.
Luego fue trasladado al Hospital y determinaron que tiene la cadera rota. Además, recuerda muy poco lo sucedido, por lo que podría haber sufrido un golpe en la cabeza.
“Mi papá estaba bien, sólo tiene ácido úrico, pero fue a la bailanta y terminó muy lesionado. Lo único que queremos es saber qué pasó, no acusamos a nadie, pero hay cosas que no cierran”, subrayó la hija.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
