Lejos de aportar al esclarecimiento del hecho, desde el mismo momento de la desaparición de Mario Fabián Golemba (27) -hace ya catorce años y cuatro meses- la Policía de Misiones no hizo más interferir y entorpecer la investigación.
De más está decir, que integrantes de la misma fuerza son los principales sospechosos de la desaparición forzada del joven oriundo de Dos de Mayo.
Incluso hoy, cuando la búsqueda se mudó a Oberá, las autoridades policiales ordenaron que un efectivo de la División Investigaciones de la Unidad Regional II se ubique cerca de donde trabajaban la jueza federal de Posadas María Verónica Skanata y la fiscal federal Silvina Gutiérrez.
En un momento, el agente de civil trató de hacerse pasar por un periodista, aunque al ser individualizado y señalado se vio obligado a moverse unos metros. De todas formas, continuó tomando fotos e informando a sus superiores sobre los movimientos en el lugar.
Una vez más, los recursos del estado disponibles para espiar sin orden judicial alguna; y en este caso, con el agravante que espiaron a una jueza y una fiscal federal que investigan un caso icónico de violencia institucional en Misiones. La vigencia de la matriz de la maldita Policía de Misiones.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
