La denuncia cita el accionar del prefecto Jordi Poge. “Atendía en una oficina de la Prefectura vestido con el uniforme, lo cual daba credibilidad al negocio”, indica. El viernes once damnificados radicaron una denuncia colectiva
La denuncia penal contra una familia acusada de una millonaria estafa piramidal en Alba Posse y localidades vecinas, puso al descubierto un aceitado modus operandi y los roles definidos de cada uno de los integrantes de la banda.
Once damnificados se unieron en una demanda colectiva que se radicó el último viernes ante la Fiscalía de Instrucción Uno de Oberá, aunque se irían sumando más víctimas.
Los acusados están desaparecidos desde el pasado 29 de enero, cuando se presume que cruzaron a Brasil por el paso de Bernardo de Irigoyen, información que ahora pretende ser corroborada con datos oficiales solicitados a Migraciones.
La denuncia fue presentada con el patrocinio del abogado Daniel García Dos Santos, quien solicitó la captura internacional de los ocho sospechosos.
Los líderes de la organización serían los hermanos Luciano Durks (21) y Jordi Poge (24), éste último integrante de Prefectura Naval Argentina (PNA), quien desde su desaparición es considerado desertor de la fuerza de seguridad.
Precisamente, en la denuncia colectiva se hizo hincapié en el rol del prefecto en la trama de la estafa, ya que su pertenencia a PNA habría facilitado su accionar delictivo.
“A muchas personas que invirtieron los atendía en una oficina de la Prefectura vestido con el uniforme, lo cual daba credibilidad al negocio”, se cita en el escrito presentado ante la justicia.
Como se informó, el entramado se basaba en una financiera clandestina en Santa Rita, Alba Posse, que prometía un interés del 20 por ciento mensual a la inversión inicial, monto que se incrementaba hasta el 40 por ciento si el interesado sumaba otros inversores a la cadena.
Inteligencia previa
Este medio tuvo acceso a la denuncia donde se precisa que “Jordi Poge es integrante de Prefectura y se desempeñaba en inteligencia en la fuerza, por lo general sabía cuándo algún vecino recibía algún deposito o cobraba algo importante, porque muchas veces llegaron a decir ‘sabemos que recibiste tal monto de transferencia y sería bueno que inviertas con nosotros’. Esa información sólo la tenía el banco”.
En tanto, la acusación avanzó en otros posibles delitos cometidos por el prefecto, ya que señala que “en muchos casos ofrecía liberar zonas si querían traer cosas de Brasil, ofrecía protección”.
“De hecho, si le dabas dinero, el móvil de la Prefectura pasaba siempre de noche por tu casa, siempre cuando fueras clientes de ellos”, agrega.
Tras la desaparición de la familia trascendió una foto de los hermanos, su madre y la hermana en la celebración del último Año Nuevo. En la imagen se observa al prefecto con barba muy crecida, la que seguramente se afeitó al desaparecer del pueblo con los millones ajenos.
El camino de la plata
Siempre según la denuncia, la banda habría estafado a por lo menos 200 personas de Alba Posse y localidades vecinas del Alto Uruguay mediante una financiera trucha con base en Santa Rita.
La plata se movía a través de un Pago Fácil atendido por una de las sospechosas y se transfería a diferentes billeteras virtuales, con preferencia a las que operan en Brasil.
“El dinero que recibían todos los días se llevaba al Pago Fácil. Eran cajas de dinero, por lo que abrían el local fuera de horario y en días feriados. También llevaban dinero a Brasil aduciendo que allá tenían una caja de seguridad en un banco y era más seguro para guardar el dinero”, indica la acusación.
Dicha organización utilizaba un Pago Fácil que era atendido por María Iracema Durks, tía de Luciano y Jordi, quien “recibía el dinero y en forma rápida transfería a distintas billeteras virtuales, en su mayoría billeteras que se pudieran operar desde el Brasil, transformando esos pesos en reales. Los denunciados manejaban un sinnúmero de billeteras virtuales, por lo general a nombre de chicos de muy bajos recursos del pueblo”.
El engranaje funcionó por alrededor de un año, hasta que el 29 de enero la familia completa se fugó del pueblo. “Supuestamente se fueron a Brasil, dejando incluso sus casas amuebladas”, precisa la denuncia.
Con relación a los denunciantes, Delcio C. declaró que fue estafado en 15 millones de pesos, Jorge N. 4.700.000, Heldo B. 2.700.000, Néstor D. 3.000.000, Flavia E. 1.100.000, Mariano Z. 3.500.000, Rafael D. 2.000.000, Tiago S. 20.000.000 y Marcelo S. 3.000.000.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.