Tras el escándalo de una joven que conducía con 2,48 gramos de alcohol en sangre y protagonizó un choque y vuelco. El juez de Falta de Oberá citó los alcances de la Ley Nacional de Tránsito, donde se especifica la demora de personas que conduzcan bajo efectos del alcohol
El artículo 72 de la Ley Nacional de Tránsito 24449 es taxativo: “la autoridad de aplicación o control deberá retener, con inmediato conocimiento a la autoridad de juzgamiento a los conductores, y por un término no mayor de 12 horas, en los siguientes casos: 1) por conducir en evidente estado de intoxicación alcohólica, o por estupefacientes, u otras sustancias que disminuyan las condiciones psicofísicas normales (…)”.
Llamativamente, esto no sucedió en el caso de la mujer que el último sábado chocó y volcó en la esquina de avenida Libertad y calle Chubut de Oberá, tras lo cual se determinó que conducía con 2,48 gramos de alcohol en sangre, esto es 5 veces superior a lo permitido.
Incluso, transcurridas 48 horas del hecho, al menos hasta ayer el Juzgado de Faltas de Oberá no había recepcionado el correspondiente sumario de la Seccional Primera, que intervino en el siniestro.
“En el artículo 72 que habla de las medidas cautelares, entre ellas la demora del conductor por un máximo de 12 horas para evitar que mate a alguien o se mate a sí mismo. Transcurrido ese lapso recupera la libertad y, si no está en un estado aconsejable, va de acompañante, no de conductor. En el caso de esta mujer, que por las redes sociales todos vimos que estaba ebria, la tendrían que haber detenido. Desconozco por qué no lo hicieron, porque hasta el momento no recibí nada”, explicó el juez de Faltas de Oberá, Francisco Sá.
La conductora que protagonizó el siniestro fue identificada como Gisela Viviana Shafransky (25), quien conducía un Volkswagen Vento que quedó en posición invertida tras impactar contra un Volkswagen Nivus que se halla estacionado frente a la plazoleta Leoncito de Oberá.
“Hacete rubio, negro de mierda”
Durante el fin de semana trascendieron videos posteriores al siniestro. En las imágenes difundidas por las redes sociales se observa a la propietaria del Vento muy alterada, insultando y evidentemente intoxicada, aunque resultó ilesa y caminaba por sus propios medios.
“Hacete rubio, negro de mierda”, le dijo a un transeúnte que le recriminó por su accionar.
En tanto, desde la Unidad Regional II de Policía confirmaron que el test de alcoholemia practicado a la conductora arrojó 2,48 gramos de alcohol en sangre.
Ya en el Hospital Samic, adonde fue trasladada por precaución, insultó al personal de guardia, al punto que una médica la denunció por maltrato.
Por su parte, la docente Adriana Back (36), propietaria del Nivus impactado por el Vento, radicó una denuncia ante la Seccional Primera donde relató los hechos y reclamó el pago de los daños.
El reclamo
Back se mostró muy afectada por la situación, ya que el costo del arreglo de su coche rondaría el millón de pesos.
“El seguro del Vento no cubre nada porque la dueña estaba borracha. Estoy con mucha bronca e impotencia porque uso el auto para trabajar y para llevar a mis hijos a sus actividades, y por una irresponsable ahora se nos complica todo”, lamentó.
Además, se mostró indignada porque “después esta chica se jactó y se burló por redes sociales. Publicó una foto de su auto y escribió ‘salí a dar una vueltita y di tres’. Pudo haber matado a alguien y todavía se ríe”.
La docente mencionó que estacionó en esa esquina porque llevó a su hija y a una amiguita la plazoleta Leoncito y después fueron a cenar.
“Como era cerca fuimos a pie, dije para qué voy a mover el auto. Volvimos a las 22.30 y nos encontramos con mi auto chocado y el otro volcado. Lo primero que pregunté fue si el conductor del Vento estaba bien. Ni me imaginé que estaba tan borracha”, detalló.
Y agregó: “Como estaba tan borracha su seguro no cubre los gastos y necesito que me pague. Aparte esta chica no puede seguir manejando porque me dicen que no es la primera vez que chocó. La plazoleta estaba llena de chicos, familias que iban y venían. Pudo haber sido una tragedia”.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.