Una patota intentó colarse en una fiesta familiar en el barrio Cien Hectáreas de Oberá. Como no pudieron, lanzaron piedras contra la casa y afectaron a los vecinos. Una señora resultó con lesiones en el rostro. Además dañaron dos autos. La Policía no fue antes porque no tenían móvil, argumentaron
Una mujer resultó lesionada por el impacto de una piedra arrojada a su domicilio por uno de los vándalos que en la madrugada del último domingo quisieron ingresar por la fuerza a un cumpleaños que se realizaba en un domicilio del barrio Cien Hectáreas de Oberá.
Además, viviendas y vehículos de vecinos resultaron con daños materiales a consecuencia de los piedrazos. El hecho se registró sobre calle Madre Selva.
De incidente fue protagonizado por una patota de alrededor de diez integrantes, pero al arribar la Policía la mayoría se dio a la fuga y sólo fue capturado un joven 20 años.
“Un vecino cumplió años y el sábado a la noche hizo su fiesta que se extendió hasta la madrugada del domingo, cuando unas diez personas quisieron entrar a la casa por la fuerza y el dueño no les dejó. Pero los violentos no se fueron, sino hicieron llover piedras y perjudicaron la casa de mis suegros y los autos que estaban en el lugar”, comentó Nora G.
Asimismo, precisó que los vándalos “rompieron vidrios de las casas de mi cuñado y mis suegros”.
“Lo peor fue que una piedra destrozó un vidrio y le impactó en la cara de mi suegra, que tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital Samic”, lamentó.
La Policía no tenía móvil
La lluvia de cascotes también rompió la luneta trasera de un Peugeot 207 y produjo varias abolladuras en un Ford Fiesta, precisaron desde la Policía.
Por su parte, Nora G. alertó que todos los fines de semana se producen incidentes en el barrio y reclamó medidas para combatir la creciente inseguridad.
“Desde las 3 de la madrugada llamamos a la Policía porque era un quilombo la música a todo y alcohol a dos manos. Cuando fuimos hacer la denuncia, después que pasó todo, le dije a los policías por qué no van cuando se los llama y siempre aparecen cuando termina todo, y nos dijeron que no tenían móvil”, comentó.
Y agregó: “Necesitamos que frenen la delincuencia, sobre todo los días viernes y sábados, cuando salen de la bailanta que hay acá en el barrio y terminan en la plaza Boca Juniors, que de plaza no tiene nada, es sólo para que vengan a esconderse de la Policía ya que no hay luz y también para fumar y drogarse. Vivo en frente y siempre lo veo”.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.