Anastasia Policzuk, madre adoptiva de la víctima, cuestionó la lentitud judicial y subrayó: “No voy a permitir que el asesinato de Gonzalo sea un crimen impune”. El hecho se registró el pasado 22 de julio y aún ni siquiera fue citada la única testigo presencial
Se cumplieron cuatro meses del homicidio de Gonzalo Fermín Silvera (22), ultimado de un tiro en la cabeza, aunque hasta el momento la justicia no logró reunir elementos para imputar ni esclarecer el hecho, a pesar de que estaría probado de donde partió la bala que se cobró la vida del joven.
Asimismo, desde la familia y el entorno de la víctima cuestionaron la lentitud del expediente a cargo del juez de Instrucción Uno de Oberá, Pedro Piriz, al punto que aún ni siquiera fue citada la única testigo presencial del hecho.
Se trata de Araceli Figueroa (20), quien era novia de Silvera y estaba con él en la madrugada del pasado 22 de julio, circunstancia en que fue asesinado sobre calle Serrano casi San Juan, en el barrio Sixten Vick de Oberá.
Si bien desde un primer momento la chica señaló la casa de donde habrían partido tres disparos, el allanamiento del citado domicilio recién se concretó tres días después y en el lugar la Policía no halló ninguna arma de fuego.
De todas formas, el procedimiento en la vivienda de calle Serrano al 1600 permitió identificar el lugar desde donde mataron a Silvera, ya que personal de Criminalística recolectó e identificó un plomo incrustado en la parte interna del muro frontal de la casa.
Se trataría de un proyectil calibre 22, compatible con la hallada en el cadáver de la víctima.
En tanto, por los días transcurridos desde el hecho no fue posible practicar la prueba de parafina que hubiera permitido hallar restos de pólvora en el autor del disparo. Sin embargo, el hallazgo del plomo en el interior del muro avala los dichos de Figueroa, quien en sede policial declaró que escuchó tres estruendos y luego vio desplomarse a su novio.
“Hay un asesino suelto”
Esta semana la chica confirmó que todavía ni siquiera la citaron a sede judicial para contar su versión de los hechos.
Asimismo, Anastasia Policzuk (65), madre adoptiva de Silveira, reclamó que se determine la autoría del hecho y anticipó su intención de constituirse como querellante para tener acceso al expediente.
“No puede ser que en cuatro meses no haya avanzado nada. Yo no voy a permitir que el asesinato de Gonzalo sea un crimen impune más. Es cierto que tenía problemas de adicción, pero estaba a tiempo de recuperarse. Nadie se merece morir así ni hay derecho a quitar una vida. Para colmo, lo quisieron hacer quedar como un ladrón, pero en realidad hay un asesino suelto y parece que a nadie le importa”, subrayó.
En tanto, la autopsia practicada sobre el cadáver de la víctima confirmó que el deceso se produjo por un disparo en la cabeza.
“El proyectil ingresó en la parte frontoparietal izquierda, de adelante hacia atrás y de izquierda a derecha”, detalló el informe forense.
Sobre el móvil del hecho, si bien desde un inicio la Policía informó que la víctima poseía antecedentes por hechos contra la propiedad, lo cierto es que el propietario de la vivienda allanada no mencionó que haya tratado de repeler un supuesto robo y niega cualquier participación en el hecho.
Por otra parte, transcurridos más de cuatro meses del homicidio, la novia y familiares de Silvera insistieron en el reclamo por justicia.
“Lo mataron como a un perro y lo dejaron tirado en la calle. Nosotros teníamos muchos proyectos, queríamos formar una familia y lo mataron de la peor manera. Para colmo, la Policía no busca al responsable, como que tapan todo”, cuestión Figueroa.
Madrugada trágica
El hecho se registró el pasado 22 de julio, alrededor de las 5.30, sobre calle Serrano casi esquina San Juan.
“Veníamos entrando por la Serrano y él me dice adelantate amor porque voy a hacer pis. Entonces me adelanto un poco y cuando llego hasta la iglesia escucho tres tiros. Me desesperé, fui a mirar y le encontré a Gonzalo tendido boca abajo”, detalló Figueroa.
Aclaró que en sede policial no mencionó que Silveira pretendía delinquir, como publicaron desde la Unidad Regional II el parte de prensa inicial del caso.
“Yo no dije. Que no inventen porque yo fui la única que estaba con él”, remarcó, al tiempo que agregó: “Quiero que se haga justicia por Gonzalo y que el culpable pague”.
La joven contó que hacía siete meses que habían iniciado una relación sentimental con Silveira, quien vivía con su madre en un departamento de alquiler de calle Alemania, en Villa Stemberg.
Asimismo, mencionó que luego de escuchar los disparos fue corriendo hasta donde estaba su novio y lo encontró tendido en el suelo.
“Le agarré la mano, le llamé Gonzalo, Gonzalo, pero no me habló. Le di medio vuelta y vi que tenía toda la cara bañada de sangre, la cabeza bañada de sangre. No me respondía. Le toqué el pulso y no sentía. Hay empecé a gritar y les pedí a unos muchachos que se iban a trabajar para que lo cuiden mientras que vine a mi casa a pedir auxilio. La vecina de al lado llamó a la ambulancia”, relató.
La chica reconoció que su novio tenía antecedentes por delitos contra la propiedad y consumo problemático de drogas.
En tanto, la madre adoptiva de la víctima contó que “el padre biológico murió de leucemia y la madre abandonó a los hijos. Yo trabajaba en el hogar de niños de Alem y lo adopté. Después nos mudamos a Oberá y el cayó en la maldita droga, pero no puede ser que lo maten y no se sepa quién fue”, reclamó.
Versión oficial
En el parte oficial de la Policía suministrado el día del hecho se citó que fueron requeridos al lugar por la Red Emergencias 107. Ya la escena, junto al cuerpo se hallaba un machete y dos carteras de damas, precisaron.
En tanto, si bien la médica policial en turno precisó que la víctima presentaba abundante hemorragia en el cuero cabelludo, dicha observación no permitió determinar la causa del deceso. En consecuencia el juez interviniente solicitó una autopsia.
Respecto a la declaración de Araceli Figueroa, el parte oficial del día del hecho cita que la joven “manifestó que siendo aproximadamente las 5.30 venían por calle Serrano, que ella se adelantó unos metros porque Gonzalo Silvera tenía intenciones entrar a robar en una casa ubicada por calle Serrano, frente donde estaba el cuerpo tendido. Luego ella escucha tres disparos arma de fuego, vuelve hacia atrás y ve tendido sobre la calle el cuerpo de su novio, fue ahí donde pidió auxilio de la ambulancia”.
El mismo parte mencionó que al lado del cadáver se hallaron “dos carteras que son producto de un robo ocurrido horas antes en un domicilio de calle Lavalle 1588, en perjuicio de Mariela R.”.
Ante la consulta de este diario, la chica negó haber declarado que su novio quería robar en la citada vivienda. Sobre el machete, en tanto, mencionó que “cuando escuché los tiros y fui a verle no había ningún machete. De ahí me fui corriendo a la casa de mi mamá para pedir auxilio y cuando volví estaba el machete. Eso le pusieron para justificar lo que hicieron”, remarcó.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.