Crimen de Mate Rojo: la autopsia confirmó que Ramona Cardozo sufrió una muerte violenta  

El cuerpo fue hallado el 19 de diciembre en un baldío del barrio Mate Rojo, en Oberá. El examen forense confirmó la hipótesis del homicidio, lo que complica a los detenidos. Resta determinar si fue abusada sexualmente, para lo que se tomaron muestras biológicas

El juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, recepcionó el informe de la autopsia practicada sobre el cadáver de quien en vida fuera Ramona Cardozo (61), estudio que confirmó que la jubilada sufrió una muerte violenta.

De esta forma, la justicia ratificó la hipótesis de homicidio que se planteó desde un primer momento a raíz de las circunstancias del hecho y la forma en que fue encontrado el cuerpo, el pasado 19 de diciembre en un terreno baldío del barrio Mate Rojo de Oberá, sobre ruta Nacional 14.

Asimismo, los forenses tomaron muestras biológicas para determinar si la víctima fue abusada sexualmente, lo que no fue posible confirmar o descartar en el examen físico debido al avanzado estado de descomposición en que se hallaba el cadáver.

Familiares y amigos piden justicia

El cuerpo de Cardozo presentaba múltiples lesiones, incluso defensivas, claro indicio de que luchó por su vida. En consecuencia, confirmada la muerte violenta se complica la situación de los detenidos.

Si bien en principio fueron demorados dos jóvenes, con el avance de la investigación de procedió a la captura de cuatro personas, según confirmó una fuente del caso.

“De los cuatro, dos son los más comprometidos y los demás habrían estado en el lugar del hecho y no denunciaron lo sucedido. Ahora restan los estudios bioquímicos para determinar si la víctima fue violada”, remarcó el vocero.

Vale mencionar que desde un primer momento cobró fuerza la hipótesis del abuso sexual ya que el cuerpo de la jubilada fue hallado sin ropas.

Cardozo fue vista por última vez el viernes 16 de diciembre y sus restos fueron hallados tres días después.

Indicios

De los cuatro detenidos, las principales sospechas apuntan a Matías A. (19) y Damián F. (23), quienes al momento del hecho se hallaban en situación de calle.

En tanto, trascendió que el primero padecería un cuadro de retraso madurativo agravado por el consumo de alcohol y drogas, mientras que meses atrás fue protagonista de una situación que podría develar rasgos de su conducta.

En aquella ocasión un vecino de avenida Italia lo grabó mientras mantenía relaciones sexuales con una mujer mayor que aparentaba estar dormida en la vía pública.

Las imágenes trascendieron por las redes sociales y varios usuarios aseguraron que la presunta víctima del abuso habría sido la propia madre del perpetrador.

El hecho se viralizó y la Policía actuó de oficio, aunque no hubo ninguna consecuencia judicial porque la progenitora no radicó denuncia alguna.

También se supo que Matías A. no tenía domicilio fijo y era habitual verlo consumiendo alcohol en compañía de otras personas por la zona donde encontraron el cadáver de Cardozo.

Precisamente, la Policía dio con los principales sospechosos a partir del testimonio de una mujer que declaró que el viernes compartió una ronda de tragos con la víctima y los citados en el mismo lugar del crimen. Dicha testigo sería la madre de uno de los dos principales sospechosos.   

Matías A., uno de los principales sospechosos

“La llevaron por la fuerza”

Juan Kowalczuk (31), hijo de Cardozo, se mostró abatido por la tragedia y pidió justicia, al tiempo que consideró “imposible” que su madre se haya juntado a tomar con los implicados.

En ese contexto, mencionó el testimonio de la presunta testigo que “admitió haber estado con mi mamá hasta alrededor de esa hora, aunque en ese punto aparece la incertidumbre porque no sabemos cómo terminó en ese lugar donde sola nunca iría”.

“Esta mujer dice que fueron juntas y que estaban tomando junto a otras personas, pero eso es imposible. Por su cuenta ella no iría a un lugar así, por lo que estoy seguro que la llevaron por la fuerza”, agregó.

Tampoco los vecinos avalan los dichos de la testigo citada por la Policía, ya que la víctima era una persona que gozaba de buen concepto en el barrio.  

Al respecto, Kowalczuk comentó que hace poco su madre había comenzado a disfrutar de su jubilación como ama de casa y tenía a cargo a su hija de 34 años, quien padece una discapacidad motriz.

“Ella era la que le cuidaba a mi hermana, le daba los medicamentos y eran muy unidas”, destacó.

Por ello, remarcó que su mamá “nunca pudo haber ido por propia voluntad” al lugar donde la asesinaron.

“Nosotros creemos que se fue al centro o a la casa de una amiga, pero jamás imaginamos que hacía en ese lugar”, indicó.

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