Muchas veces se habla de la puerta giratoria de la justicia, lo que bien puede graficarse con el caso de Raúl Juan D. (43), quien el 17 de enero fue detenido por amenazas de muerte y hurto en perjuicio de su concubina, Marly E. (45), comerciante del barrio San Miguel.
En dicha denuncia la víctima detalló que el implicado también la habría forzado a tener relaciones sexuales y obligó a su hijo de 14 años a consumir drogas.
Según la mujer, el sospechoso le puso algo en su bebida, ella se descompuso y fue internada. En ese lapso el hombre habría aprovechado para apropiarse del auto de la víctima, de su teléfono y de la suma de 25.000 pesos.
Tras la denuncia y detención del acusado, éste hizo entrega forma voluntaria del celular de su concubina.
Pero un par de días más tarde, apenas fue liberado por el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá, Raúl Juan D. fue hasta la casa de su ex, esperó a que saliera y la abordó por la espalda, le puso un cuchillo en el cuello y le exigió que le diera un celular, según denunció.
Luego la arrastró de los cabellos y le propinó golpes de puños en el rostro. Alertados por los gritos, vecinos asistieron a la mujer. Tras la denuncia el acusado volvió a ser detenido y alojado en la Seccional Tercera.
En tanto, Marly E. padeció “múltiples escoriaciones en ambas rodillas, hematomas en rostros y cuello”, precisó el médico policial en turno.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.