Se dijo que la supuesta víctima llevaba 20 mil dólares y joyas de oro. Al final resultó que la joven se fue con sus padres a Paraná. El trasfondo sería un desacuerdo tras un casamiento arreglado, una costumbre de la comunidad gitana
Desde un primer momento la denuncia generó suspicacias. Primero por el horario y el lugar donde supuestamente fue raptada una joven: a media tarde de ayer y en el estacionamiento del supermercado Austral de Oberá, donde suele haber un montón de gente.
Enseguida muchos medios replicaron que una joven de la comunidad gitana se hallaba en el interior de un coche cuando llegaron dos autos de los cuales bajaron dos hombres y una mujer que tomaron por la fuerza a la chica y la “secuestraron”.
Quien radicó la denuncia no recordaba muchos detalles, pero sí que la presunta víctima -identificada como Yuliana H., de 18 años- tenía 20 mil dólares en su poder y usaba alhajas de oro. De película.
Dijeron la joven fue subida a una Toyota Hilux blanca doble cabina, pero no supieron precisar el número de patente, aunque suponían que la trasladarían a la provincia de Entre Ríos. O sea, algún indicio tenían de quiénes eran los “secuestradores”.
Más allá del relato endeble, alcanzó para movilizar a la Policía. Fue así que los agentes locales se contactaron con sus colegas entrerrianos, quienes lograron entrevistar a los padres de Yuliana, los que a su vez manifestaron que fueron ellos quienes buscaron a su hija desde Oberá, en acuerdo con ella.
Ante esta versión, los policías se contactaron con la propia chica y esta les reconoció que por su propia voluntad regresó a vivir con sus padres en la ciudad de Paraná. Además confirmaron se halla en buen estado de salud.
El trasfondo del caso habría sido un desacuerdo tras un casamiento arreglado, una costumbre de la comunidad gitana, aunque los detalles de la denuncia sembraron angustia en muchas personas que se preocuparon por la joven.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.