Tres jóvenes condenados a 14 años de cárcel por robar y asesinar a un jubilado en Campo Viera

Felipe Rodríguez tenía 78 años, vivía solo en la chacra y lo degollaron para robarle. El cadáver fue hallado el 16 de mayo de 2019. A riesgo de recibir prisión perpetua, este miércoles los implicados reconocieron la autoría del hecho en juicio abreviado

La víctima podría haber sido el abuelo de los acusados y padeció una muerte horrible, ya que sufrió una “decapitación parcial”, tal como determinó la posterior autopsia. Todo por un viejo televisor, una motoguadaña y un par de herramientas.

El cadáver del jubilado Felipe Rodríguez (78) fue hallado el 16 de mayo de 2019 en avanzado estado de descomposición y envuelto en una frazada sobre la cama de la humilde vivienda que habitaba en una chacra del lote 194 de la ruta Provincial 6, localidad de Campo Viera.

Desde un primer momento se especuló que se trataba de un homicidio en ocasión de robo, ya que a simple vista se notaba que faltaban cosas en la casa. Después, en el rastrillaje del lugar, personal policial encontró la tele y demás objetos ocultos en la maleza.

Dos días más tarde los investigadores detuvieron a tres jóvenes como sospechosos del crimen, uno de apenas 16 años.

Para la acusación resultó clave el aporte de un testigo que afirmó que días antes los mismos implicados le habían contado que planificaban asaltar al jubilado, quien residía solo en la chacra.

Durante la instrucción los tres negaron su participación en el hecho, aunque sus respectivas coartadas no fueron sólidas.

En consecuencia, a cuatro años y tres meses del homicidio, Hugo Daniel Ferreira (23), alías “Tahuató”, Juan Ramón Fernández (23), conocido como “Manguera”, y Maximiliano Sánchez (20) fueron condenados a 14 años de prisión.

Si bien estaba previsto que este miércoles inicie el debate oral y público, al arribar al Tribunal Penal Uno de Oberá los imputados optaron por el juicio abreviado y reconocieron su culpabilidad.

Fernández

Pena atenuada

De los tres acusados, Fernández fue quien más se opuso al juicio abreviado y hasta último momento se mostró decidido a afrontar el debate oral.

Eran casi las 8.30, horario fijado para el inicio de la primera audiencia, cuando su defensor particular Pablo Ferster le llevó la novedad de que la fiscalía podría agravar la carátula que inicialmente se plateó como “homicidio en ocasión de robo, agravado por haberse cometido en despoblado, en banda y con la participación de un menor”.

En tanto, a decir de Ferster, en el desarrollo del debate oral la acusación podría avanzar a “criminis causa”: un homicidio que se comete para “preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito”, según el Código Penal.

Es decir, podría considerarse que los homicidas degollaron a Rodríguez para ocultar el robo, delito que implicaría la pena de prisión perpetua.

En ese contexto, tanto el defensor oficial de Ferreira y Sánchez como el abogado particular de Fernández les recomendaron a sus clientes negociar un abreviado, donde al reconocer la responsabilidad en el hecho se puede obtener una disminución en la condena.

“Ante el riesgo de ir a juicio, que la fiscalía amplíe la carátula y sean pasibles a una condena de 35 años de cárcel (perpetua), mi cliente y los demás optaron por el juicio abreviado”, precisó Ferster.

Vale mencionar que cuando los acusados son más de uno, todos deben estar de acuerdo para acceder a la instancia de juicio abreviado. 

Ferreira

Sin coartada

Entre los testigos citados para el debate se hallaba un capataz citado por la defensa de Fernández, quien durante la instrucción afirmó que el día del hecho se hallaba de campamento en Eldorado, donde estaban cosechando yerba.

Pero en sede judicial el testigo desacreditó dicha versión, lo que desactivó la coartada del imputado. Por ello, al igual que los otros dos implicados, no tuvo mucho más margen que suscribir el juicio abreviado con la fiscal Estela Salguero.

El acuerdo fue suscripto por el Tribunal Penal integrado por Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Horacio Paniagua.

Al momento del hecho, Sánchez tenía apenas 16 años y quedó alojado en la Unidad Penal V de Menores de Posadas. Ya siendo mayor de edad pasó a la Unidad Penal II de Oberá, donde también cumplirán la pena Ferreira y Fernández.   

El debate oral se demoró, primero, por las restricciones por la pandemia de Covid-19; como también por recursos que interpusieron las respectivas defensas.

Sánchez

Crimen brutal

El hallazgo del cadáver de Felipe Rodríguez se produjo el 16 de mayo de 2019 en horas de la tarde, luego que personal de la comisaría de Campo Viera fuera alertada por un vecino de la zona que pasó por el lugar y sintió olores nauseabundos provenientes de la vivienda de la víctima.

En el interior había gran cantidad de moscas y el cuerpo se hallaba en avanzado estado de descomposición.  

La víctima trabajó y se jubiló como peón rural, y en la chacra donde residía estaba al cuidado de las instalaciones de un secadero abandonado. A pesar de su avanzada edad, era una persona muy activa y de buena salud.

Su vitalidad quedó plasmada en que casi a diario recorría en bicicleta los cuatro kilómetros que hay desde la propiedad donde residía hasta el pueblo para hacer las compras o pasear para distraerse, como contaron sus allegados.

Sobre la data de muerte, se estableció que las bajas temperaturas de entonces pudieron haber retrasado el proceso de descomposición del cuerpo, al igual que la frazada en la que estaba envuelto, por lo que se estima que fue asesinado una semana antes del hallazgo del cadáver.

“Del cuello para abajo el cuerpo estaba más conservado porque estuvo envuelto, no así la cabeza, de la que quedó sólo el cráneo porque las partes blandas fueron comidas por gatos o roedores”, precisó un vocero.

El viejo televisor de don Rodríguez recuperado por la Policía

“Lo habrán matado porque mi tío los conocía”

El crimen de Felipe Rodríguez generó gran conmoción en la zona donde residía, ya que era conocido y apreciado por todos sus vecinos.

“Yo creo que mi tío nunca pisó el consultorio de un médico. Era un roble, sanísimo. Trabajó toda la vida, nunca molestó a nadie y era muy querido por todos. Para colmo lo asesinaron de la peor manera y el cuerpo estaba tan descompuesto que no pudimos despedirlo como se merecía”, lamentó José Bandeira, sobrino de la víctima, tras el hallazgo del cadáver.

Comentó que su tío residió 40 años en la chacra donde lo mataron. Nunca se casó ni tuvo hijos, por lo que después de jubilarse se quedó viviendo en el mismo lugar, ya que gozaba de la mayor confianza de los propietarios.

De todas formas, habida cuenta la avanzada edad de la víctima, tiempo atrás sus hermanas le propusieron que se mude al pueblo, aunque don Rodríguez no aceptó.

“Como ya estaba viejito mis tías querían que vaya a vivir más cerca, pero él no quería. Él era feliz en la chacra y nunca tuvo miedo. Decía de qué voy a tener miedo si no le hago mal a nadie”, recordó emocionado.

En tanto, Bandeira mencionó que conoce de vista a los ahora condenados por el macabro hecho, al tiempo que destacó el rápido avance de la investigación.

“Si son ellos que paguen porque lo que hicieron no tiene nombre. El tío podía ser el abuelo de ellos, pero ni así tuvieron piedad. La sociedad está muy violenta, hay mucha droga y ojalá que esto sirva para que la gente se cuide más”, reflexionó entonces.

Tampoco descartó que el jubilado se haya resistido al robo, aunque también mencionó que “los delincuentes lo habrán matado porque mi tío los conocía”, agregó.
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